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Ricardo Ferro
11 Jun 2018 12:13 PM

“El día que Petro me iba a matar”

Alerta
Tolima

“El zaguán del primer piso del edificio donde quedaba Ecos del Combeima, en el parque Murillo Toro, se hacía más largo de lo que realmente era. Todas las tardes durante una semana, llegar a ese lugar para leer el noticiero ‘Econoticias’ se convirtió en una pesadilla. No tenía otra alternativa, era paso obligado para ir a mi trabajo, pero sabía que este sujeto me estaría esperando para amenazarme con un arma de fuego”.

De esta manera comienza su escalofriante relato el periodista y abogado Edward Amaya, sobre un episodio que involucra al hoy candidato presidencial de la Colombia Humana, Gustavo Petro, así como a otro periodista también víctima del ex miembro del M-19 cuya identidad prefiere no mencionar, aunque da una pista, el comunicador decidió buscar el exilio.

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Para Amaya no es fácil recordar este episodio. Aún retumban en su cabeza las frases de odio pronunciadas por Petro, alias ‘Aureliano’, quien para no ser reconocido andaba por las calles de Ibagué disfrazado con bigote postizo, cachucha, gafas oscuras y un accesorio que se colgaba en el cuello.

¿Usted sabe cómo mueren los sapos? Le repetía Petro al joven periodista, una y otra vez, mientras lo amenazaba con un arma de fuego. Todo por cuenta de la captura de su entonces compañera sentimental, a quien los principales comunicadores de la época identificaban como ‘Paloma’.

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La captura se produjo después de un par de entrevistas, una de ella famosa, que el propio Petro le concedió a Edward Amaya en las desaparecidas Residencias ‘Potomac’ de la calle 23 con quinta. En dicha entrevista Petro admitía la responsabilidad del M-19 en el secuestro de Álvaro Gómez Hurtado, de quien se supo tras su liberación, que lo habían tenido precisamente en zona rural de Chaparral al sur del Tolima.

“Siendo Petro congresista, nos seguía responsabilizando de la captura de su compañera, sin que mediara prueba para ello, solo porque intuía que nosotros habíamos informado del paradero de la mujer a las autoridades”.

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Edward Amaya había guardado para sí esta historia por muchos años, pero ha querido hacerla pública porque no puede creer que esa misma persona que lo quería matar pretenda ahora ser Presidente de Colombia y más encima se indigne cuando le dicen que su candidatura da miedo.

‘Petro me da miedo, pero no solo porque se parezca a Chávez y Maduro, sino porque me iba a matar” concluye Amaya.  Como ésta, existen muchas historias que el tiempo habrá podido borrar, pero no la memoria de las víctimas, que las tuvieron que padecer en carne propia.

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Saque de banda:

No puedo dejar de expresar la emoción que me produce el hecho de ver al Deportes Tolima nuevamente campeón. Felicitaciones a Gabriel Camargo, el cuerpo técnico, los jugadores, la parte administrativa de la Institución, los hinchas y todos los que hicieron posible este título. ¡Gran campaña!