La abuela y la tía de Sarita contaron en las últimas horas detalles desconocidos del padre biológico de Sara Ayolima Salazar, la pequeña que se convirtió en el símbolo del rechazo a la violencia y maltrato a nuestros niños.
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La abuela de Sarita, Maria Aceneth Palacios, y la tía, Sulima Salazar, les contaron a los periodistas del diario EXTRA de La Dorada que están cansadas de sufrir bulling y matoneo de parte de quienes culpan a Ruth, la mamá biológica de la niña, de todo lo sucedido.
Ellas piden que entiendan a la mamá de Sarita: una mujer pobre y sufrida que ha sido engañada y usada por varios hombres.
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En el paso del papá de Sarita, dijeron que se trató de un hombre casado que la cortejó y que al darse cuenta del embarazo la dejó abandonada con sus otros cinco hijos.
Ambas mujeres son muy pobres. La abuelita vive en una humilde vivienda al lado del ferrocarril del puerto caldense.
Sobre el particular, el periódico publica lo siguiente:
“En medio de la histeria colectiva, Sulima Salazar, tía de la menor fallecida, se acercó hasta ‘EXTRA La Dorada’ con el fin de limpiar la imagen de su hermana, Ruth Salazar.
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“Alto, paren ya, mi hermana Ruth no es un monstruo, no es tanto como se dice de ella, es un ser humano a quien los hombres la han usado, maltratado y abandonado, una mujer que, si bien no ha sido la gran madre, la mujer ejemplar, no quiso nunca que su hija fuera denigrada y asesinada”, expresó Sulima en diálogo exclusivo con este medio.
La madre
La madre de Ruth y de nueve hermanos más, una señora, de escasos recursos que vive en una casa de tablas sobre la carrilera, en el populoso barrio las Ferias de La Dorada, y quien se llama María Acenet Palacios, dijo al diario: “Estoy que no aguanto más, a mis años sufro de diabetes la cual con todo lo que está sucediendo me quiere matar, pero yo dejo todo en manos de Dios, es el único que sabe la verdad”.
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Luego manifestó que Sarita “era hija de un hombre casado el cual nunca quiso responder por ella y quien le habría prometido a Ruth el cielo y la tierra, para terminar, dejándola abandonada con una barriga más”.
Consecuencias
Las consecuencias que hasta ahora se conocen y que han tenido que sufrir los involucrados en este sanguinario episodio, son el señalamiento y estigmatización de Rut Salazar la madre de Sarita como una madre desnaturalizada y en ausencia de un culpable material se le imputa cierta culpabilidad intelectual por abandonar a su hija en manos de otros.
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Por otra parte, tenemos que, a la madre sustituta, es decir la madrina de la niña y a su compañero sentimental, le fueron quitados sus hijos biológicos para ser investigados y de alguna manera salvados de sufrir una suerte igual a la de la niña de 3 años”.
Fuente. Diario ‘EXTRA La Dorada’
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