Por: Miguel Angel Barreto
La competitividad y la unión de esfuerzos focalizados entre el sector público y privado deben integrarse en una visión que permita que los procesos de capacitación y producción industrial se orienten hacia la conquista de los mercados internacionales.
La queja permanente de los empresarios es que el sistema educativo no prepara los estudiantes y futuros técnicos o profesionales para enfrentar los escenarios reales del mercado. Precisamente, este martes en la tarde, en la Casa de Antioquia, en Bogotá, se conversó sobre esta coyuntura que vive la cadena textil – confecciones, en la que se contó con la presencia de Carlos Mario Estrada, director Nacional del Sena; Julio Mendoza, presidente de Cormoda, Jáder Zuleta, de CP Company; Pablo Artunduaga, del Grupo Carolina y Javier Ricardo Ariza, representante de la Cámara de Comercio de Ibagué, entre otros.
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Uno de los datos que más llamó la atención en el encuentro es que, en el caso del Sena, los aprendices solo desarrollan un 20% de capacidad productiva, cuando esta industria espera personal con un estándar de productividad del 95%. Entonces hay un puente entre el Sena (sector educativo) y empresariado que no se ha concluido a pesar de la buena voluntad de la institución.
Es evidente para quienes defendemos este sector de la economía que sí se necesita una formación más especializada que garantice altos niveles de productividad, que permita al empresario estar acorde con los estándares internacionales, al tiempo que el aprendiz tiene mayores posibilidades de obtener un puesto de trabajo e integrarse exitosamente al aparato productivo formal.
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De hecho, hoy el sector genera unos 14 mil puestos de trabajo y contribuye con el 33% del empleo formal de manufacturas en Ibagué, condiciones que se podrían ampliar y mejorar.
¿Cuál fue el compromiso? Que los empresarios aportarán directamente al proceso de formación de talento humano para desarrollar las metodologías y capacidades de acuerdo con las verdaderas necesidades de este sector, en tanto que el Sena discutirá las necesidades planteadas en el Comité Nacional y la Subdirección de Industria de la regional coordinará un plan de trabajo con los empresarios.
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Sin duda, replantear la relación academia – sector productivo, es una imperiosa tarea en un momento en el que el desempleo se desbordó peligrosamente en Ibagué (16.6%) y se estima que hay 48 mil desocupados, en tanto que la inversión privada reclama mayor seguridad jurídica y un mejor clima de inversiones para la capital tolimense.
Nota bene: Continuando con el tema de la competitividad en la capital tolimense, el miércoles, en reunión con Juan Carlos Salazar, director de la Aeronáutica Civil, se abordaron varios temas de interés para todos los ibaguereños, relacionados con el aeropuerto Perales.
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En conclusión, se acordó que en 20 días habrá una reunión entre la Aeronáutica, Gremios Económicos del Tolima y aerolíneas para buscar acuerdos en temas como: Nuevas rutas y frecuencias, cómo se le venderá el Tolima a otras aerolíneas y las alternativas de aeronavegación (TLS).
Los ibaguereños seguiremos reclamando y trabajando por un aeropuerto dinámico, rentable y moderno, a la altura de los mejores de Colombia. Seguimos en pie de lucha para mejorar la competitividad y el empleo de nuestra región.
Este artículo obedece a la opinión del columnista / Reproducción autorizada por el autor