María Fernanda Martínez cayó parada. Jaramillo la posesionará en alto cargo
El pasado viernes mientras los empleados de la Alcaldía de Ibagué escogían la soberana del Reinado de Asoempubli, el sindicato municipal, Guillermo Alfonso Jaramillo firmaba en su despacho los decretos de cambios en su gabinete y dejaba todo listo para su operación de cadera que se produjo el lunes.
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Se conoció que uno de los movimientos que le dio más dolores de cabeza, hasta último momento, incluso después de firmarlo, fue el de la secretaria de Apoyo a la Gestión saliente María Fernanda Martínez.
Arrancando la semana esa maniobra burocrática se constituyó en la sorpresa para propios y extraños en la Alcaldía. No estaba en las cuentas de nadie.
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Este portal pudo establecer varios detalles de la turbulenta salida de María Fernanda y lo que vendrá en materia laboral para la funcionaria.
Lo primero que se filtró, es que Martínez fue avisada de su salida del gabinete de Jaramillo solo hasta el viernes cuando ya el decreto estaba firmado.
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Jaramillo, como buen médico, sabía que no podía anunciar con anticipación la aplicación de la dolorosa inyección, menos a una mujer como María Fernanda que era de las pocas, por decir la única, que era contestataria y se le encaraba incluso en consejos de gobierno.
Por eso casi nadie se extrañó cuando al ser enterada de su salida, María Fernanda Martínez llegó presurosa al propio despacho de Guillermo Alfonso y puso el grito en el cielo.
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Fuentes relatan que utilizó la siguiente frase: “me parece el colmo de que todo lo que yo he hecho y usted ni siquiera tenga la delicadeza de informarme”.
Allí el alcalde argumentó, con voz firme, que ella en varias oportunidades había manifestado su intención de salir de la Administración y que entonces, le estaba dando gusto.
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Trascendió que en las voces que fueron y vinieron salieron consideraciones como que María Fernanda tenía mucha presión encima, investigaciones de “las ías” (Contraloría, Personería y Fiscalía), una calamidad familiar – la muerte hace unos días de su señor padre- y un cuadro de estrés que la habían obligado a acudir a ayuda profesional en el campo de la sicología.
Para no dejar con el corazón destrozado a la joven profesional que lo ha acompañado en diversos cargos durante los últimos años, el Alcalde Jaramillo le anunció a María Fernanda Martínez que “tranquila”, que no todo estaba perdido.
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Efectivamente la salida de María Fernanda Martínez fue amortiguada con el ofrecimiento de otro cargo, importante, pero con menos impacto mediático y desgaste.
Se supo que la funcionaria tendrá 15 días de vacaciones y posteriormente le fue ofrecida la dirección comercial del IBAL, un cargo que se crea en estos momentos en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado y que será estrenado por Martínez.
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Esa dirección comercial del IBAL asumirá todos los procesos que en el pasado estaban tercerizados con la firma Proactiva.El nuevo puesto sería asumido por María Fernanda Martínez arrancando el mes de julio.
De esta manera se pone fin, por lo menos en un primer capítulo, a uno de los episodios burocráticos que le generó más desgaste a Jaramillo en lo corrido de su administración, solo comparable a los que sufrió el alcalde con Iván Mantilla (exdirector de Emergencias) y Luis Fernando Méndez El Renegado.
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Hay que recordar que al inicio del gobierno de Guillermo Alfonso hasta la primera gestora social del municipio, Vilma Gómez, le pidió a su esposo la cabeza de María Fernanda; a lo que él se negó, la mantuvo en el cargo, le dio por un tiempo la ordenación del gasto de la Alcaldía, pero terminó sacándola 18 meses después.
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