Barcelona inició las tareas de renovación del césped híbrido del Camp Nou para el próximo curso, con la idea de que este listo para septiembre con el inicio de LaLiga.
El cambio del verde del estadio azulgrana es fruto del seguimiento que se hace año tras año a partir del análisis de valores meteorológicos, climáticos, agronómicos y biomecánicos, que indican la necesidad de la actuación.
Inicialmente se procede a la eliminación de la capa vegetal superficial, después se quita la capa de arraigo y las fibras, separándolas junto con la materia orgánica y la arena.
Una vez saneada la base hasta la calefacción, se procede a rellenar el terreno de juego con la nueva arena, se nivela y se ponen las glebas de césped.
La parte final es la hibridación del césped (natural y artificial), mediante la utilización de máquinas de última generación que cosen las diferentes fibras.
El césped natural procede de diferentes viveros europeos y llega al Camp Nou en camiones frigoríficos, que viajan durante el día para proceder a la colocación del césped aquel mismo anochecer con el objetivo de disminuir al máximo el estrés de la operación y evitar las horas de máximo calor.
Por ese motivo, se alarga el tiempo de implantación del césped, a razón de unos 2.000 metros cuadros al día, pero asegura su idónea adaptación, según los jardineros.