Varios puntos aclaratorios antes de exponer. Fredy Torres, apodado el “Chito” fue una figura querida y respetada por todos los hinchas pijaos.
El Club Deportes Tolima S A, es una empresa privada y por lo tanto puede tomar la decisión que quiera. Asimismo, la institución se conecta con lo público a través de su hinchada la cual tiene todo el derecho a expresarse en favor o en contra de las decisiones que tomen sus directivas. Una por ejemplo es comprar o no sus abonos, pasa en entidad compañía de seguros o acero. El público decide si adquiere o no y también pueden criticar o valorar el producto. Es un derecho.
Voy al asunto. Fredy el “Chito” fue llamado para realizar un trabajo de preparación de arqueros. Tuvo a su cargo dos visibles, el primero Chaverra que es competente, y Neto Volpi, el segundo que por temas de salud no podía responder a las exigencias del trabajo. (Lo anterior dicho por una fuente del club que no revelaré, me protege la ley, pero, es un secreto a voces y es de conocimiento de varios colegas).
La limitación de Volpi, puede tener una amenaza. No es el primer caso, ni en Tolima ni en el fútbol; podría jugar unos partidos, pero no otros, es decir responder por una campaña.
Puesto sobre la mesa el asunto, el brasilero demandó para seguir, en lugar de manejo, exigió bajar las cargas, algo que también se realiza en los entrenamientos. Le pareció viable pasar por alto y al parecer exigió que se retirara quien estaba al frente de esa labor.
El foráneo fue respaldado por las directivas. Es curioso que pasaron por encima de los que han defendido la camiseta Vinotinto y Oro y tienen todo el arraigo por la región.
La afición involucra a Miguel Prince eso no lo puedo afirmar ni desvirtuar. No sé si participó o no en la ronda de conceptos, no obstante, tiene un cargo en el club para decidir.
Por su parte, César Camargo, cuenta con un grupo de personas en lo deportivo en las cuales confía y avala sus decisiones. Entre ellos David González que es el técnico.
Lo cierto es que Torres salió del equipo, porque alguien lo traicionó, no por terminación de contrato, o incapacidad. Pidieron su cabeza, y no importa qué tan tolimense sea, pero obviando el regionalismo; es un técnico que demostró cómo hizo evolucionar a Volpi.
El brasilero era un arquero archivado, discontinuo, sin jugar, porque por delante tenía otro que fracasó en Colombia. Lo puso a funcionar, no al nivel de Aldair Quintana, o Alejandro Rodríguez el del Cali, o Mosquera Marmolejo o hasta el mismo Montero que están por encima de él, por ese talento natural de los colombianos - respetando otros conceptos-.
¡Ah! y ni comparar con Chito cuando estaba activo. Superior en lo integral y en el arco el nuestro fue mejor.
Me quedan varias reflexiones: amar a un club, entregarse por él, luego ser despreciado sin importar las capacidades ¿Qué certezas quedan?
Con esto no dejaré de respaldar la empresa Deportes Tolima como lo hago cuando adquiero prendas de los textileros nuestros o voy a los supermercados de los de aquí. De todas maneras, ejerzo mi derecho como partidario del onceno pijao y periodista vigente, de entregar un concepto.
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