La clasificación del seleccionado tolimense de fútbol playa fue impugnada por otros departamentos como Caldas, que se sintieron afectados debido al resultado de 12 a 11, algo poco habitual, pero que le servía a los equipos de Guaviare y el Vino Tinto y Oro para obtener cupo a los juegos nacionales de Mar y Playa previstos en Tolú y Coveñas.
Según otros participantes, tienen pantallazos de conversaciones vía WhatsApp, diálogos, testimonios y el desarrollo mismo del encuentro lo ven sospechoso, anexando igualmente en su queja video del mismo.
Fue tanta la rapidez con que actuaron que ya el caso fue a parar a manos de la Federación Colombiana de Fútbol y su división aficionada, por cierto a cargo de Álvaro González, directivo de Manizales, quienes ya dieron traslado al tribunal disciplinario, en un caso único del balompié aficionado en tomar esta ruta acelerada para empezar a investigar y seguramente a juzgar.
Lo cierto es que las personas que lideran tanto la Liga de Fútbol, el Dr. Rafael Rodríguez su presidente, como el gerente de Indeportes Alexander Castro, también de manera pronta expresaron sus puntos de vista y dieron la cara a la prensa, deportistas y comunidad futbolística, para rechazar algún acto de corrupción si es que existió, y pidieron igualmente las sanciones drásticas, si se logra comprobar algún arreglo.
Frente a esa anomalía, reiteramos si se verifica que hubo acomodo para perjudicar a terceros, no se ha dudado en pedir que se castigue a los culpables y donde primero se mira es a quienes estuvieron en el campo, pero existe la gran preocupación que personas externas también con interés de desestabilizar la rectora del fútbol aficionado estén detrás de esto, el caso continuara y quedamos todos a la expectativa de las respuestas.