Un paso de cinco años por la B y un ayuno de once años sin dar la vuelta olímpica. Todo esto es historia en el América, un grande por siempre del fútbol colombiano, que sumó su catorceava estrella, tras vencer a Junior en el juego de vuelta de la final de la Liga Águila de la mano del entrenador brasileño Alexandre Guimaraes.
Un autogol del portero Sebastián Viera tras un cabezazo de Michael Rangel, más un tanto de Carlos Sierra, uno de los jugadores más aplicados del elenco rojo, fueron suficientes para prender la ‘mecha’ en el estadio Pascual Guerrero de Cali.
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Un primer tiempo frenético para un encuentro lleno de emociones. Marco imponente por parte de los aficionados escarlatas, quienes esperaba poner fin a la larga espera sin celebrar un título en el rentado nacional. La iniciativa fue para el local, como el contexto lo imponía, sin que tuviera claridad sobre el arco de Viera.
Junior, mientras tanto, tuvo acciones de peligro, principalmente por el trabajo de Teófilo Gutiérrez. El barranquillero pudo abrir el marcador tras controlar el balón en el área antes de darse vuelta y rematar. La bola se fue por encima del horizontal.
América, entre tanto, se fue afianzando y así llegó el primer gol de la tarde en suelo vallecaucano. Un centro de Duván Vergara, un cabezazo de Michael Rangel y palo. El esférico se estrelló contra la espalda de Viera, cruzando después la línea de meta.
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La anotación generó la reacción de la visita que quiso hacerse con el control de las acciones. Tuvo algunas acciones de peligro, una de ellas conjurada por el portero Neto Volpi. En medio deesto llegó la segunda anotación de los ‘Diablos rojos’. Edwin Velasco se internó, centro hacia atrás y remate sin problema de Carlos Sierra. Júbilo en las gradas mientras el VAR anulaba un gol al Junior por fuera de lugar de Mera.
La parte complementaria arrancó con la posesión de los tiburones. El local se dedicó a esperar y a frenar cualquier intento del rival por tratar de encontrar el descuento. Fue fácil para los dirigidos por el técnico Alexandre Guimaraes poner barreras al trabajo ofensivo rojiblanco, complementado con fulminantes contragolpes.
El remate del encuentro no generó inquietud para el América. Junior no tuvo ideas, apeló al juego fuerte y terminó con un hombre menos por la expulsión de Marlon Piedrahita. Todo se alineó para que el rojo, uno de los tres 'grandes' del fútbol colombiano, volviera a bordar una estrella en su escudo.