Para los organizadores, el reciente Mundial de Clubes debería haber servido como test fiable de cara al Mundial de selecciones de Catar-2022, pero la pandemia de coronavirus y la ausencia de aficionados extranjeros deslucieron un torneo que no pudo dar demasiadas pistas sobre lo que será la cita planetaria prevista el próximo año.
Ningún aficionado de Alemania, Brasil o México pudo acudir para dar apoyo a sus equipos. Además, durante el Mundial de Clubes ganado por el Bayern de Múnich, la estrella del club bávaro Thomas Müller dio positivo y se perdió la final ganada 1-0 por su equipo ante Tigres.
En resumen, más que un ensayo, este Mundial de Clubes concentró las preocupaciones que suscita la pandemia, al igual que ocurre en otras competiciones por todo el planeta, como el Abierto de Australia de tenis.
Los nuevos casos de coronavirus aumentaron un 18% en Catar durante los ocho días del torneo, a pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias para evitar una segunda ola.
Dos futbolistas del Al-Ahly hicieron caso omiso de las restricciones cuando se acercaron a las tribunas para saludar con sendos apretones de manos al legendario jugador egipcio Mohamed Aboutrika, lo que les costó una suspensión para el partido por el tercer puesto además de una multa.
A pesar de la amplia presencia de aficionados egipcios del Al-Ahly que viven en Catar, Doha no presentó la habitual animación de la que disfrutan las ciudades que albergan competiciones a nivel mundial.
- Mundial con estadios repletos
La víspera del inicio del torneo, Catar anunció un endurecimiento de las restricciones contra el covid-19, especialmente una reducción del aforo de los estadios al 20%.
El Mundial de Clubes había logrado sin embargo el permiso para acoger un 30% del aforo de los dos estadios en que se disputaron los siete partidos de la competición, antes de la entrada en vigor de las nuevas reglas, declaró una fuente oficial a la AFP.
Pero el Mundial de selecciones de 2022 "es en dos años, creo y espero sinceramente que todos los que deseen estar vacunados lo estarán (...) La seguridad al 100% no existe, pero podemos acercarnos mucho", declaró a la AFP desde Doha el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
El dirigente subrayó además que el Mundial de Clubes contará con "24 equipos de todos los continentes", precisando que el nuevo formato podría verse retrasado con motivo de la crisis global.
En cuanto al Mundial de 2022 (21 noviembre-18 diciembre) deberá disputarse en estadios llenos, insistió Infantino, aunque eso no excluye la aplicación de las medidas de restricción específicas según el estado de la situación sanitaria en dos años.
Hasta el momento, Catar ha inaugurado tres nuevos estadios y ha remodelado un cuarto. Otros cuatro está previsto abran este año. Todos ellos equipados de un sistema de climatización de última generación.
Otro punto a solucionar: el alcohol estará disponible en los estadios, pero sólo en las áreas VIP, a la espera de una decisión sobre el acceso general de los aficionados a este tipo de bebidas en un país musulmán que aplica reglas estrictas en materia de consumo de alcohol.
- Derechos de los trabajadores
Por último, las cuestiones relativas a los derechos de los trabajadores continúan suscitando movilizaciones por parte de las organizaciones en defensa de los derechos humanos.
En febrero de 2020, los militantes sindicales de Fair Square escribieron al presidente del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, para demandar al club bávaro que tomase posición sobre el asunto.
El Bayern, patrocinado por Qatar Airways, había afirmado en un informe anual que desde que el Bayern colabora con Catar se produjeron "desarrollos positivos en materia de derechos humanos y de derechos de los trabajadores".
Para Fair Square, a pesar de algunos avances, especialmente de las promesas de reforma apoyadas por la Organización Internacional del Trabajo, "los progresos fueron de ámbito limitado y su implantación no es aún efectiva".
Las autoridades cataríes argumentan por su parte que incluso la ONG Amnesty International, muy crítica, reconoció reformas significativas en el campo del trabajo en Catar, entre ellas un nuevo salario mínimo que debe entrar en vigor este mes y la supresión de determinadas restricciones que pesan sobre los asalariados de rango más bajo.
Algunos trabajadores migrantes protestan aún por el impago de salarios y por gastos de contratación ilegales.