Las lluvias fuertes lluvias que cayeron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles en Cúcuta han dejado cinco fallecidos y siete desaparecidos, según confirmó el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Diego Molano.
Entre los muertos están los tres miembros de la joven familia Cubillan Carrasquel. Sus nombres fueron identificados como Eddie José Cubillan (22 años), su pareja, Albanys Carrasquel (17), y Camila, la hija de ambos, de tan solo dos años.
Los tres vivían en Cuberos Niños, un deprimido sector de Cúcuta. Las lluvias se volvieron mucho más intensas después de las cero horas del miércoles, y algunos habitantes de la zona empezaban a salir para protegerse pues las casas se estaban cayendo. En ese momento se escucharon los gritos desesperados de una pareja de esposos que imploraban por ayuda para rescatar a Eddie, Albanys y Camila. Se trataba de los gritos de Wainer Alfonzo y Érika Cubillan. Érika era la hermana de Eddie.
Wainer, según relató él mismo al diario local La Opinión, se percató de la emergencia cuando sintió el agua encima, y por eso alcanzó a salvarse junto a su pareja, Érika. Las paredes y el techo de la casa donde vivían se desplomaban. Entonces, él escuchó el llamado de Eddie: lo que vio lo dejó impresionado. Sin embargo, no se detuvo e hizo todo lo posible por rescatarlos. Algunos vecinos se devolvieron para ayudarlos; otros se limitaron a mirar con morbosa curiosidad.
"Era como si [Albanys y Camila] estuvieran dormidas, pero con escombros encima. Cuando mi cuñado gritó, corrí y solo intentaba quitarle la pared que tenía sobre él, pero no pude. Mi intención era salvarlo, pero era muy pesada. No pude quitársela", narró Wainer a La Opinión.
Con ayuda de vecinos pudieron sacar los cuerpos de Eddie y Albanys y llevarlos a la Unidad Básica Puente Barco, un centro médico, pero ya era demasiado tarde. Fallecieron. Entonces, la prioridad era rescatar a la niña. Cuando lo lograron, hicieron todo lo posible por conseguir ayuda y llevar a la misma unidad básica. De nuevo, era tarde.
"En medio de esa angustia por revivirla, yo sentía que ella me respiraba, que movía la manito, y el desespero por ayudarla me hacía sacarle el barro que tenía en la boca y que la ahogaba", relató una uniformada de la Policía que intentó ayudarlos a reanimar a la niña, citada por La Opinión.
Las trágicas cifras
Además de los desaparecidos y fallecidos, Molano reportó que 2.948 familias han quedado afectadas, así como 2.316 viviendas y 180 vías. Sobre los desaparecidos, el funcionario indicó: "La decisión es mantener los esfuerzos de búsqueda todo el tiempo por parte de los organismos de socorro".