España decreta nuevamente estado de alarma ante rebrote de coronavirus
El gobierno español decretó nuevamente el estado de alarma ante el incremento excesivo de nuevos casos de coronavirus y tras cuatro meses sin esta medida, que había sido eliminada el pasado 21 de junio.
El sábado por la noche, al menos nueve regiones españolas pidieron al gobierno central proclamar ese estado de alerta, aunque algunas ciudades y territorios ya se adelantaron con restricciones y toques de queda locales, como Madrid, Castilla y León, Valencia y Granada.
Sánchez preparó el terreno el viernes al asegurar que la situación es "grave, que "las próximas semanas y los próximos meses" serán "muy duros", y que está dispuesto a tomar "todas las medidas necesarias" para frenar la epidemia.
Dos días antes, España se había convertido en el primer país de la Unión Europea y el sexto del mundo en superar el millón de contagios, aunque el jefe de Gobierno reveló el viernes que el número real de españoles infectados de coronavirus era superior a tres millones. El país registra cerca de 35.000 muertos.
Fiestas ilegales en España: entre el miedo al virus y querer divertirse
"Somos siempre los mismos y no creo que nos contagiemos porque guardamos las medidas de seguridad". Lo dice Alejandro, un estudiante de Ingeniería que organiza fiestas en una parcela para decenas de jóvenes que, de momento, se han "salvado" de un cerco policial que solo en este mes ha impedido 400 fiestas ilegales en Madrid.
Las celebraciones masivas son uno de los focos principales de transmisión del coronavirus en España, según señalan a diario las autoridades sanitarias, y los negocios legales de ocio nocturno, como discotecas y bares de copas, permanecen cerrados temporalmente como medida preventiva, lo supone pérdidas millonarias en el sector.
Por el contrario, viviendas, descampados y locales dedicados antes a cualquier otra actividad abren clandestinamente para saltarse estas restricciones impuestas por Madrid, entre las regiones más afectadas por la segunda ola de la epidemia.
Pero en otros lugares de España también ocurre. La Policía regional de Cataluña (noreste) disolvió este sábado mediadocena de fiestas y dos macrobotellones de unas cien personas cada uno, que consisten en concentraciones al aire libre de jóvenes, generalmente, para relacionarse y consumir bebidas alcohólicas.
En la regón de Madrid, Alejandro, de 28 años, "adapta" cada fin de semana una parcela de un municipio de la periferia de la capital de España para que sus amigos se diviertan y beban.
La misma edad tiene Manuel, un policía español al que le toca la otra parte: controlar que en las noches del fin de semana nadie se salte las normas excepcionales de seguridad impuestas por las circunstancias sanitarias actuales.
"Tienen mi edad -dice Manuel-, y por eso no acabo de entender que, en la situación en que estamos, se hagan estas fiestas".
Manuel ya ha desalojado varias, como la que se celebraba en una casa turística del centro de Madrid, que se había convertido en una minidiscoteca.
"Al principio no querían salir a identificarse, y como no podemos entrar sin orden judicial en una vivienda, tuvimos que esperar dos horas hasta que los 'invitados' abandonaron la fiesta", relata el agente.