Desde el pasado mes de julio del 2020, la tragedia golpeó la puerta de una familia en Caquetá, luego que el menor de sus integrantes, un niño de 5 años, desapareciera misteriosamente.
Jonnier Espejo vivía con su mamá, su padrastro y su hermanita en la vereda Mana en el municipio de Solano, un lugar muy cercano al río Caquetá.
La mañana de su desaparición, específicamente el 26 de julio, el menor se dirigió cerca al afluente, donde el día anterior habían cavado un agujero, para traer agua por solicitud de su mamá.
La última vez que ella lo vio fue saliendo con su balde de plástico y desde ahí nadie sabe de su paradero.
Cuando pasaron los minutos y el niño no regresaba, la mamá empezó a buscarlo angustiadamente y al llegar al lugar donde se suponía que había ido, encontraron el balde lleno de agua y se veían pisadas de zapatos masculinos cerca de él, pero no había ni siquiera un rastro de Jonnier.
Desde ese día la familia se dedica a buscarlo, sin perder las esperanzas pese a que muchas personas deducen que el niño lamentablemente cayó al río y se ahogó.
Pese a ello, las marcas que encontraron de zapatos los hacen pensar que de alguna manera el menor fue raptado, una teoría que ha tomado fuerza luego de que algunos vecinos asegurarán que habían visto al niño en una especie de campamento donde operan grupos alzados en armas.
También se ha conocido que al parecer el niño había sido testigo de un acto delictivo, cometido cerca de su casa, contra una menor y esto podría estar relacionado con su desaparición.
Sus padres no pierden la esperanza de recuperarlo con vida y siguen clamando a las autoridades y al pueblo colombiano que les ayuden a encontrarlo y regresarlo sano y salvo a casa.