Como José Luis Alape fue conocida la identidad del reconocido líder y actual presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Agua Negra del municipio de Puerto Guzmán, Putumayo, quien fue cruelmente asesinado al recibir varias heridas con arma de fuego.
Difícil situación es la que se vive en Putumayo, donde en menos de tres días, dos líderes comunales de este departamento han sido asesinados en manos de lo que serían grupos armados ilegales.
Leonardo González, director del Indepaz indicó que “después de tres semanas sin haber asesinado líderes, en esta semana desafortunadamente hemos conocido el asesinato de seis líderes sociales y comunales del Putumayo, Cauca y el Huila, sumando así más de 140 líderes asesinados en el transcurso de este año en el país”.
Asimismo, la Federación Comunal del Putumayo comunicó que ha sido constante la lucha para que se lleven a cabo las investigaciones de todos los asesinatos de líderes en el departamento, donde la no impunidad, garantías de vida, seguridad a su familia y demás líderes comunales del Putumayo sean la prioridad de las autoridades.
Ante esta situación, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), por medio de una publicación, denunció que la imposición de normas y otras formas de control social por parte de los grupos armados significarían un permanente riesgo de violación a los derechos de la población.
Entre los grupos que actúan en el municipio de Puerto Guzmán en Putumayo se encuentran el Frente Carolina Ramírez del Bloque Sur Oriental del EMC, Comandos Bolivarianos de la frontera- Segunda Marquetalia, bandas de carácter local y la Sexta División el Ejército colombiano.
De acuerdo con Indepaz, en lo que va de corrido el año, se registran 144 asesinatos a líderes sociales y comunales, mientras que desde la firma del Acuerdo de Paz se suman 1558 los fallecidos violentamente.
Ante la preocupante situación que se vive no sólo en Putumayo, sino en varias partes del país, en el que el asesinato a líderes comunitarios, indígenas, campesinos, LGBTIQ+, afrodescendientes y juveniles, sigue en aumento; las organizaciones de derechos humanos alertan sobre escenarios de riesgo al que se enfrentan las personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos y el liderazgo social de manera individual o colectiva.