Los israelíes ya no estarán obligados a usar mascarilla al aire libre a partir del domingo, mientras el país prosigue con una reapertura casi completa tras una veloz vacunación que redujo en gran medida los casos de covid-19.
El ministro de Salud, Yuli Edelstein, dio hoy instrucciones para derogar la norma que impone el uso de mascarilla al aire libre a partir del próximo domingo tras debatirlo durante varias semanas, informaron medios locales.
Ante la baja tasa de contagios de Israel, el riesgo de contraer el virus en áreas abiertas es muy limitado, coinciden los expertos.
Aún así, Sanidad enfatizó que el uso de mascarilla en interiores seguirá siendo obligatorio, ya que el riesgo de infección en espacios cerrados es más alto.
Israel ha vuelto a una cierta normalidad y rutina parecida a los tiempos previos a la pandemia tras una rápida campaña de vacunación que disminuyó las infecciones y derivó en una desescalada gradual.
Sin grandes medidas restrictivas, el país pudo celebrar hoy su Día de la Independencia en ambiente festivo, con las calles, parques o playas del país repletos de gente que disfrutó del día soleado.
Actualmente Israel registra solo alrededor de 200 contagios nuevos diarios, los hospitalizados en estado grave son poco más de dos centenares y los pacientes activos no alcanzan los 3.000, una cifra muy baja en comparación a las decenas de miles de enfermos con el virus que llegó a haber meses atrás.
Más de 5,3 millones de israelíes -de una población de unos nueve millones de habitantes- han recibido por lo menos una dosis de la vacuna, y en torno al 53 % está inoculado con ambas inyecciones.
Esta misma semana Israel, que veta el acceso de turistas para prevenir la expansión de la covid-19 desde hace más de un año, anunció que reabrirá sus fronteras a visitantes extranjeros que estén vacunados y vengan en grupo a partir del 23 de mayo.
Esa fecha marcará "la primera fase" para la entrada de personas con visado de turismo desde que el país se cerró casi por completo en marzo de 2020. Desde entonces, Israel solo ha permitido el acceso a sus ciudadanos y a extranjeros con permiso de residencia, lo que dejó al creciente sector turístico de la región al dique seco.