En uno de los calabozos del búnker de la Fiscalía amaneció el hincha del Deportes Tolima que agredió al jugador de Millonarios, Daniel Cataño, en el interior del estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué.
Cabe anotar que dicho hincha fue identificado como Alejandro Montenegro, quien después de dicho golpe al deportista, le arruinó la fiesta del fútbol a más de 20 mil hinchas, sin contar con los vendedores que esperaban hacerse su ‘agosto’ por la gran cantidad de asistentes al máximo escenario de los tolimenses.
La Cariñosa 1.420 AM da cuenta que el jugador del equipo azul, ya habría instaurado la respectiva denuncia por el delito de lesiones personales.
Así las cosas, en las próximas horas, Montenegro sería presentado en audiencia virtual ante un juez del Palacio de Justicia de la capital tolimense, donde tendrá que responder por sus hechos, al agredir al jugador Cataño, en un acto impulsivo e irresponsable, pese a que muchos a través de sus redes sociales han manifestado el apoyo al joven.
Se conoció que Alejandro ha estado acompañando al Vinotinto y Oro durante mucho tiempo en canchas locales e internacionales alentando el equipo. Ahora le tocará esperar la decisión judicial y la demanda millonaria por parte del club pijao.
¡Vergüenza nacional! Tras la agresión a Cataño, hinchas tolimenses también atacaron el bus de Millonarios
Una verdadera vergüenza a nivel nacional se vive hoy en día por culpa de algunos desadaptados que no entienden la verdadera pasión del fútbol y que han empañado los sacrificios que ha tenido el conjunto pijao para tener feliz a su hinchada.
Todo comenzó antes de iniciar el partido, cuando un hincha del Deportes Tolima, identificado como Alejandro Montenegro, ingresó como ‘Pedro por su casa’ al terreno de juego y agredió al exjugador del Vinotinto y oro, hoy al servicio de Millonarios, Daniel Cataño, quien corrió detrás suyo para buscar venganza.
El juez central del compromiso, Wilmar Roldán, al ver la reacción del jugador no lo dudó un solo segundo y terminó expulsándolo del encuentro futbolístico.
De inmediato los jugadores del conjunto capitalino se negaron a jugar debido a lo sucedido con su compañero, refugiándose en el camerino, mientras las directivas solucionaban que iba a pasar con el partido.
Así las cosas, los jugadores tolimenses no tuvieron de otra que también ingresar a los camerinos donde fueron informados que no se llevaría a cabo el cotejo deportivo.