La Procuraduría presentó un informe con fines disciplinarios, tras evidenciar posibles falencias de las autoridades en las actuaciones administrativas adelantadas frente al caso.
En él recaba las denuncias de la madre contra el padre por acoso y violencia, luego de su separación. Consuelo Rodríguez acudió al ICBF para denunciar al progenitor, pues se había llevado al pequeño desde el 6 de agosto y no le permitía hablar con él. Además, le había dicho que no se lo entregaría hasta el 15 de agosto, sobrepasando los tiempos acordados para las visitas.
Por otro lado, Rodríguez había denunciado ser víctima de violencia intrafamiliar, por lo que el caso se remitió desde la Fiscalía a la Comisaría de Familia de Usme. En el seguimiento del caso hecho por el funcionario Libardo Parra se determinó que las agresiones habían cesado. La medida de protección a la madre se mantuvo.
Sin embargo, el informe da cuenta de ocho llamadas hechas por la madre del menor, entre julio, agosto y septiembre, en las cuales reiteraba que padecía maltrato. A esto, una trabajadora de la Defensoría lo calificó como preocupante y recomendó continuar con la atención de la mujer.
"Este informe debió servir de base para la adopción de medidas de restablecimiento de derechos al niño y puesto en conocimiento de la Comisaría de Familia para explorar otras de las medidas de protección en favor de la progenitora", señala el informe.
Lamentablemente, tuvo lugar el trágico desenlace, por lo cual la procuradora Viviana Mora determinó que se pudo haber prevenido el infanticidio. "No obstante, el presunto homicida evidenciaba interés por el cuidado y atención de su hijo y en ejercer su custodia, debieron explorarse las dinámicas familiares, la existencia de otras medidas de restablecimiento de derechos y de protección en favor del núcleo familiar y explorar las posibles afectaciones por los hechos de violencia psicológica referida por la víctima, es decir, con la madre del niño, que permitieran prever un comportamiento violento, agresivo o criminal del padre hacia su hijo o si este ejercía algún tipo de manipulación del niño para afectar a la progenitora".
En este sentido, la procuradora remitió el informe completo del caso del niño Gabriel Esteban Cubillos al procurador Distrital de Instrucción para que determine si abre o no investigación disciplinaria.
Según relató Consuelo Rodríguez, el domingo 2 de octubre fue la última vez que lo vio con vida. Ese día le correspondía a Gabriel Enrique González, padre del menor, pasar tiempo con él.
Así que, con la excusa de llevarlo a comer un helado, lo alejó de su hogar y nunca volvió. La mujer no supo nada de su hijo hasta que le llegó una fotografía del pequeño muerto.
"Él me llamó el domingo sobre las 9:30 de la noche, me escribió un mensaje donde decía que había dejado una USB con un video en el que decía que iba a asesinar a mi hijo y después se iba a matar él. Apaga el teléfono. A las 4:07 de la mañana, ya del lunes, me envía la foto del niño, ya sin vida", declaró Consuelo Rodríguez.