El hecho tuvo lugar hace pocas horas cuando una joven ibaguereña salió como todos los días a tomar la ruta que la lleva al lugar de trabajo, sin imaginar que su día quedará marcado por el pánico y la angustia, luego de que un sujeto al parecer la tocara en repetidas oportunidades.
La femenina quien relata lo sucedido al interior de la buseta que cubre la ruta 43 en ese momento se encontraba por la avenida Guabinal con calle 18.
“Como a las 8:30 de la mañana yo venía en la buseta 43, la tome en Comfenalco e iba para el centro, ya en la Guabinal se subió un hombre quien le dijo al conductor que, si lo dejaba trabajar, el hombre empezó a cantar, luego empezó a pedir dinero. Yo venía sentada en la parte de atrás, y este señor se sentó al lado mío”, mencionó la joven.
Así narró la víctima los angustiosos momentos que vivió cuando se dirigía a su trabajo, y el hombre se sienta al lado de ella con lo que sería una bolsa en medio de él y ella, a partir de ese momento inició su viaje de terror.
“Yo estaba en la última fila de la buseta, sentada en medio de las dos sillas del lado izquierdo, el señor puso una bolsa en medio de los dos y empecé a sentir que en la pierna me rozaban algo, yo me corrí y pensé que él estaba sacando algo de la bolsa y que fue sin culpa”, relató.
Aunque luego de lo sucedido ella se alejó, pero según la joven nuevamente sintió que el hombre la tocara inapropiadamente, ella dice que se alejó lo suficiente por lo menos una silla entre ambos.
“Me sentí muy mal, por lo que había pasado y me iba a parar, cuando mandó la mano a tocarme las piernas, me quité de ahí, le dije respete, cómo va a hacer eso.”, indicó con la voz quebrada.
Luego que esto sucediera la joven bajó del automotor volvió y le hizo el reclamo al hombre quien solo la miro y giró la cabeza riendo. la joven también afirma que el miedo se apoderó de ella y se congeló por esa razón no pudo actuar ni reaccionar frente a lo que sucedía.
Además, denunció que se sintió indefensa y abandonada puesto que ella logró gritar y nadie la ayudó.
“Yo me senté en una silla de adelante y le tomé una foto, cuando me bajé de la buseta volví a decirle que cómo iba a hacer eso y pues nadie, nadie hizo nada”, comentó.
Confirmó que la buseta en la que se desplazaba contaba con varios puestos vacíos, por lo que el sujeto hubiese podido tomar asiento en cualquier otro lugar.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad, para que ante una situación como esta reaccionen y protejan a las víctimas.
“Quiero decirles a las personas, que uno en ese momento necesita apoyo, que no se queden calladas, que ayuden”, Finalizó.