Encuentran un cuerpo más, solo falta el bebé

Luego de varios días de intenso trabajo, los organismos de socorro y los grupos de atención de desastres del Ejército y la Policía Nacional consiguieron ubicar el cuerpo sin vida de una de las personas que se encontraban desaparecidas desde la madrugada del 26 de diciembre, cuando una creciente súbita se llevó un pequeño caserío en la vereda La Virginia, sector del Cañón de las Hermosas, en Chaparral.

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El cuerpo que fue encontrado corresponde al de Neftalí Quiñones, de 36 años, y es el quinto cuerpo en ser encontrado por las autoridades de los seis que están registrados como desaparecidos. 

Neftalí Quiñones se une entonces a Antonio Amariles, María Aponte, Julián Quiñones (de 10 años) y otra mujer cuya identidad aún no ha sido relevada.

Lamentablemente aún queda por ubicar a un bebé que al momento de la tragedia tenía tan solo 2 días de nacido. 

Según un comunicado de prensa emitido por Cortolima, fueron varias las razones que desencadenaron está tragedia:

La comisión de Cortolima que se desplazó hasta la vereda “La Virginia” del municipio de Chaparral, con el propósito de evaluar las causas del movimiento en masa y el flujo torrencial, registrados el pasado 25 de diciembre, allí se pudo constatar que la ganadería extensiva, la ampliación de la frontera agrícola y la deforestación en alta pendiente, además de la saturación de la capa de suelo y la roca meteorizada por las fuertes precipitaciones que se presentaron en la zona, ocasionaron el desprendimiento de entre 3000 y 4000 metros cúbicos de material de la montaña, que más tarde llegaron al cauce de la quebrada “El Mono”, convirtiéndose en un flujo torrencial que cobró la vida de  varias personas y afectó  la infraestructura de viviendas, escuela e iglesia.

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Así mismo se evidenció que, en el sector y sus alrededores existe aún material desprendido y continua el proceso de erosión, por ende, existe riesgo de nuevas emergencias, por lo que es recomendable solicitarle al Consejo Departamental de Gestión de Riesgo evaluar una posible evacuación de las viviendas que aún permanecen en zona de influencia a la quebrada.