INPEC investigará la muerte de Wilfredy, un interno en el COIBA de Picaleña

“En los días previos a su deceso, el interno había experimentado una crisis aguda de su enfermedad, lo que llevó a su traslado a un centro hospitalario en la ciudad. Allí, se continuó con la atención médica y los procedimientos estipulados para su condición, según informaron fuentes cercanas al caso. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, el privado de la libertad falleció en el hospital, lo que ha generado inquietud y cuestionamientos sobre los protocolos de salud implementados”, manifestó el vocero del INPEC en el Tolima, Alejandro Durán.

Las autoridades han confirmado que el caso está siendo investigado por el CTI de la Fiscalía, que se encargará del levantamiento del cuerpo y de determinar las circunstancias que rodearon su fallecimiento. En este sentido, se ha manifestado la importancia de esclarecer si se cumplió con los protocolos de salud establecidos para el tratamiento de enfermedades como la tuberculosis dentro del sistema penitenciario.

La familia de Ramírez Cerquera ha expresado su profundo dolor y su deseo de obtener respuestas claras sobre lo sucedido. En un comunicado, han declarado que están en su derecho de presentar las demandas pertinentes y han solicitado que se realicen las investigaciones necesarias para determinar la responsabilidad en este trágico suceso. “Queremos saber la verdad. Si se cumplió con los protocolos, queremos que se demuestre. Si no, que se asuman las responsabilidades”, manifestaron familiares del fallecido.

El caso ha creado un debate más amplio sobre la calidad de la atención médica en los centros penitenciarios y la necesidad de garantizar que todos los internos reciban la atención adecuada, especialmente en el contexto de enfermedades contagiosas y potencialmente mortales como la tuberculosis. Organizaciones de derechos humanos han alzado la voz para exigir una revisión de los procedimientos de salud en el sistema penitenciario, señalando que la vida y la salud de los internos deben ser una prioridad.

Mientras tanto, la institución penitenciaria ha reiterado su compromiso de colaborar con las autoridades en la investigación y ha afirmado que se están revisando los protocolos de salud vigentes para asegurar que se sigan los estándares necesarios en la atención de los internos.

La familia de Ramírez Cerquera ha expresado su profundo dolor y su deseo de obtener respuestas claras sobre lo sucedido. En un comunicado, han declarado que están en su derecho de presentar las demandas pertinentes y han solicitado que se realicen las investigaciones necesarias para determinar la responsabilidad en este trágico suceso. “Queremos saber la verdad. Si se cumplió con los protocolos, queremos que se demuestre. Si no, que se asuman las responsabilidades”, manifestaron familiares del fallecido.

El caso ha creado un debate más amplio sobre la calidad de la atención médica en los centros penitenciarios y la necesidad de garantizar que todos los internos reciban la atención adecuada, especialmente en el contexto de enfermedades contagiosas y potencialmente mortales como la tuberculosis. Organizaciones de derechos humanos han alzado la voz para exigir una revisión de los procedimientos de salud en el sistema penitenciario, señalando que la vida y la salud de los internos deben ser una prioridad.

Mientras tanto, la institución penitenciaria ha reiterado su compromiso de colaborar con las autoridades en la investigación y ha afirmado que se están revisando los protocolos de salud vigentes para asegurar que se sigan los estándares necesarios en la atención de los internos.

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