El rechazo por estos actos delictivos es tan evidente que la misma comunidad no lo piensa dos veces para reaccionar.
Esta vez el escenario lo protagonizó un hombre que estaba robando en la entrada al barrio Praderas de Santa Rita, en la vía que conduce a Picaleña. El ladrón fue detenido por la misma comunidad que rápidamente, por el grito de la víctima, de quien al parecer le estaban robando el celular, dinero y pertenencias, se logró detener el robo y al ladrón que dejo la moto para que la ciudadanía se la dejará totalmente dañada producto de una incineración.
El rechazo por estos actos delictivos ya es tan evidente, que la misma comunidad no lo piensa dos veces para atrapar a los ladrones en pleno robo, darles su ‘palo terapia’, y ahora se le suma a que antes se van de pérdidas, es por esta razón que los ciudadanos apenas ven la oportunidad de darles su aprehensión hasta la moto se la prenden en llamas.
Un acto que es totalmente comprensible, pero el mensaje que hay que dar es evitar la violencia y no cometer estos actos, como el que hoy tiene capturado a una persona que, indignada reaccionó contra el ladrón y ahora al parecer “está pagando los platos rotos”, debido a que es la persona que quemó la moto se encuentra rindiendo cuentas por el acto vandálico al que se le acusó.
La problemática radica en que las víctimas de los hurtos muchas veces no establecen una denuncia formal, para poder realizar el proceso legal de judicialización, por lo que en la mayoría de veces, se tienen atrapados a estos ladrones, se les leen derechos de capturado, pero luego, por fortuna del ladrón, la víctima no interpone una demanda lo que hace que el ladrón quede libre al poco tiempo.
Es por esta razón que las mismas autoridades identifican esta problemática en el proceso de ley para hacer pagar a los delincuentes, porque las victimas no denuncian y el proceso no se puede dar inicio.
Por otra parte, recordarle a la comunidad que herir, golpear entre varios a un ladrón, aunque causa mucha indignación, la comunidad debe controlarse y solamente detener al delincuente hasta que lleguen las autoridades, con el fin de no afectar la integridad de nadie más y el ladrón luego no se victimice por la actitud de la misma comunidad que lo captura en pleno robo.
Resaltar que está bien reaccionar, y tener solidaridad con la víctima del robo para así, evitar que puedan hacerle daño o quitare sus pertenencias, pero no es aceptable el acto de herir y violentar a una persona, “así momentos antes se haya sorprendido robando” aunque eso cause indignación y rechazo de la sociedad.
Fuente
Alerta Tolima
