Ponga atención y no se deje embaucar: Una increíble modalidad de estafa en Ibagué
Mucho más que el raponazo, el cosquilleo, el halado, los atracos, ahora hay otras modalidades mucho más elaboradas y no solo es la pérdida de dinero o bienes, ponen en alto riesgo la vida de las víctimas.
Esta semana la redacción de Alerta Tolima tuvo conocimiento de una nueva forma de estafa, pero no es por el hecho, sino por el lugar y la manera de llevar a cabo el hurto.
Un ciudadano, al que por temas seguridad le diremos Carlos, puso a la venta a través de internet un artículo de alta gama. El fin de semana pasado apareció un posible cliente, quien contactó a Carlos y hasta rebaja le pidió. Quedaron de hacer el intercambio en el lugar de residencia del supuesto interesado, aduciendo este que la suma de dinero era alta, que la tenía en efectivo y que no quería arriesgarse a ser víctima de un atraco, el supuesto cliente le dio la dirección, nombre del conjunto y número de apartamento, incluso le pidió placa y número de cédula para autorizar el ingreso al conjunto, datos que Carlos no proporcionó en ese momento, le dijo al momento de ingresar los daría.
Carlos llegó a cumplir la cita, el supuesto comprador llegó a la portería desde dentro del conjunto, saludó al portero y le dijo que autorizaba la entrada de Carlos y su vehículo, lo acompañó a parquear y luego subieron hasta un apartamento, del que ,el supuesto comprador, tenía llaves. Entraron se sentaron en el comedor, el supuesto comprador hizo creer que había otra persona en el apartamento que revisaría el artículo. El supuesto comprador distrajo a Carlos con la revisión de la transferencia por Nequi de una parte del dinero y huyó del apartamento.
Dentro del apartamento no había nadie y luego de la llegada de Policía y Fiscalía, se supo que el apartamento había sido alquilado a través de una aplicación, por un valor de $80.000 por un solo día. El celador entorpeció el proceso en un principio, solo hasta que llegó su supervisor no ayudó con la información. La dueña del apartamento se desentendió por completo del tema y la administradora del conjunto nunca apareció.
Carlos perdió más de $4'000.000 el valor de artículo que vendería, fue algo material, no fue violentado, ni amenazado de alguna manera.
Pero analizando el panorama, el lugar, las circunstancias, con esta modalidad de estafa, se pone en riesgo mucho más que un bien o el dinero. Todos los habitantes de ese conjunto estuvieron en riesgo por $80.00 el valor del alquiler a través de una aplicación, que según dijo la propietaria, no tenía ni siquiera el número de la cédula del tomador del apartamento que ella tiene ofertado para alquilar por días.
Preguntas que surgen
Y ¿Si quien toma esos apartamentos en alquiler por aplicaciones tienen otros objetivos o psicopatías?
¿Hasta dónde llega el reglamento de los edificios y conjuntos residenciales para controlar esto?
¿De qué manera un propietario que necesita de alquilar su apartamento puede fiarse de las aplicaciones?