Noticias Uno entrevistó a la mamá de Emily, una joven que fue detenida de manera presuntamente irregular y fue trasladada y abusada en la misma URI a la que fue llevada Alison, la joven que se suicidó luego de ser víctima de un presunto abuso sexual por parte de los uniformados.
El periodista Víctor Ballestas habló con Doris, quién aseguró qué se decidió hablar y denunciar lo que sucedió ese día, porque quiere justicia para su hija y para las personas que han sido atropelladas durante las manifestaciones pacíficas.
Los hechos se presentaron el pasado 12 de mayo en las calles de Popayán. Según Doris, se encontraba en esos momentos en medio las manifestaciones por qué hace parte de una misión médica voluntaria y su hija Emily, de 18 años, la estaba acompañando.
“Sí fue ultrajada de muchas formas y sí fue violada sexualmente”, afirmó categóricamente la madre al iniciar su relato.
Según ella, momentos antes de la detención, ambas se encontraban atendiendo a algunos manifestantes afectados por las confrontaciones, en medio de su labor les pidieron apoyo para atender algunos heridos en un sector conocido como La Chirimía, Emily se habría adelantado una cuadra y de un momento a otro, Doris pudo ver como unos uniformados se acercaron a ella y empezaron a agredirla.
“Yo quería estar ahí, quería ser quien recibiera los golpes y no ella”, denunció la angustia madre que recordó cómo intentó pasar para llegar hasta su hija y poder protegerla, pero policías en motos le impidieron el paso y fue a la distancia como logró ver la lluvia de golpes que le caía encima a su hija.
“Yo intentaba pasar, pero uno de ellos me tomó y me arrancó el vestido hacia un lado y me lo rasgó”, dijo entre lágrimas la mujer.
Doris contó que su hija le suplicaba a una uniformada que la ayudará, pero ésta solo la ignoró, entonces Emily se aferró a un adulto mayor y le suplicó que no permitiera que los uniformados se la llevaran, y aunque el hombre intentó auxiliarla, no pudo hacer nada porque los policías lo cogieron a bolillo.
La madre también comentó que vio como uno de los policías intentó proteger a su hija, pero fue empujado hacia atrás y le dijeron “vos cállate sapo hijueputa”.
Finalmente, los policías subieron a Emily a una motocicleta, pero ella en su desespero se tiró del vehículo, más tarde le contaría a su mamá que estando en el piso la agredieron verbalmente llamándola perra e intimidándola sexualmente afirmando que le iban a quitar la ropa para lamerla.
En medio del terror Doris logró llegar hasta la URI donde fue trasladada Emily y horas más tarde se la entregaron, no sin antes advertirle que ella se encontraba sana y salva.
“Mi hija no fue entregada sana y salva, para violentar a una mujer no es necesario que haya una penetración sin consentimiento de una mujer”, puntualizó asegurando que exige justicia por la violación que sufrió su hija.
Hasta el momento no existe un pronunciamiento oficial por parte de la Policía Nacional u otra autoridad con respecto al caso de Emily.