El exparamilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, fue detenido en la cárcel la Picota y deportado a Colombia en 2019, hace unos días estuvo en indagatoria en la Fiscalía y aceptó la responsabilidad de 162 crímenes, perpetrados contra más de 250 víctimas que fueron atribuidos al Bloque Central Bolívar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los crímenes investigados por la Fiscalía ocurrieron entre los años 2000 y 2004, en los departamentos de Santander, Putumayo, Risaralda, Caldas, Caquetá, Bolívar, Norte de Santander, Nariño, Antioquia y Boyacá, también está el secuestro, homicidio y desaparición de las hermanas Mónica, Jenny y Nelsy Galárraga, y otra integrante de la misma familia, en enero de 2001, en el Putumayo.
'Macaco' fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008 con base en acusaciones y órdenes de arresto emitidas en los distritos de Columbia y el sur de la Florida, en enero de 2010 se declaró culpable en el Distrito de Columbia de los delitos de conspiración para manufacturar y distribuir cinco kilogramos o más de cocaína con la intención de exportarla a EEUU, entre otros cargos.
Es de recordar que las AUC se desmovilizaron en 2006 tras llegar a un acuerdo con el Gobierno del entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe (2002-2010), pero 'Macaco' continuó delinquiendo desde la cárcel, por lo que fue extraditado.
La historia de Carlos Mario Jiménez Naranjo comenzó en 1991, cuando manifiesta que las extintas Farc lo extorsionaron tras secuestrar a su esposa en el municipio de Puerto Asís (Putumayo). En ese momento, asegura 'Macaco' en tribunales de Justicia y Paz y ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), fue declarado objetivo militar por incumplir la cita que le impusieron los guerrilleros para la liberación de su pareja, fue fuertemente señalado como “colaborador del Estado”. Alias 'Macaco' se desplazó en 1994 a Antioquia, donde también fue extorsionado por miembros del Eln.
Luego, decidió pedir ayuda a las Autodefensas Campesinas, la cual estaba conformada por los mineros de la región. Desde allí se relacionó con diferentes frentes paramilitares, a tal punto que se vinculó directamente en las actividades ilegales. “Lo que definitivamente precipitó mi ingreso a las autodefensas fue en un atentado fui víctima por parte de los miembros del Eln, el cual ocurrió el día 7 de diciembre de 1996, en el sitio conocido como ‘Las agüitas’ de la vereda La Reserva, sector Piamonte, perteneciente a Cáceres, se trató de un emboscada en la que también falleció el señor Subteniente Zarate Pérez Delfín”, allegó Macaco a la JEP, tribunal que no aceptó su sometimiento.