Los últimos 6 días, el país ha venido incendiándose a consecuencia del Paro Nacional, que fue convocado por diferentes sectores como una medida extrema para cerrarle el paso a la reforma tributaria que amenazaba con golpear, aún más, el adolorido bolsillo de los colombianos.
Luego de varios muertos, centenares de heridos y capturados, y miles de millones de pesos en pérdidas materiales a causa del vandalismo, finalmente ayer, Iván Duque, mediante una alocución presidencial, le informó al país su decisión de retirar el proyecto de reforma del Congreso, con miras a restructurarlo en consenso con los Partidos Políticos, las agremiaciones económicas y la comunidad.
Pero esto no parece haber frenado las voces de protesta, que además venían exigiendo la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, principal promotor de la reforma que tiene al país inconforme y en protesta permanente.
Esta renuncia se venía venir, luego que el día de ayer, el ministro Carrasquilla no acompañará al presidente Duque durante la alocución en que anunció el retiro de la reforma, además porque en él recae el fracaso del proyecto, ya que sus argumentos de que ésta ayudaría al pueblo colombiano a disminuir la desigualdad, al parecer, no convencieron a nadie.
Sin contar que hace poco, fue protagonista de una bochornosa situación en la cual aseguró que media docena de huevos costaban alrededor de $1.800, lo que desató la indignación de la población que lo señalaban de querer buscar beneficios para el pueblo y plantear una reforma tributaria, sin ni siquiera conocer el precio de la canasta familiar básica.
Con la renuncia de Carrasquilla además se presentará la renuncia del viceministro Juan Alberto Londoño, quien fue su aliado en la construcción del proyecto, y luchó hombro a hombro por sacarlo adelante, al considerarlo la mejor opción de financiación de los programas sociales del Gobierno.