Sofía Martínez, una niña de 13 años residente en Ibagué, en el barrio Arkals, ha encontrado en el ballet su mayor pasión. A pesar de las dificultades que ha enfrentado, Sofía ha logrado destacarse en esta disciplina artística y ahora busca obtener una beca en el Conservatorio del Tolima para continuar su crecimiento como bailarina.
Sofía descubrió su amor por el ballet durante la pandemia del COVID-19, cuando se unió a la academia Iballet y comenzó a recibir clases virtuales a la edad de 9 años. Desde entonces, su dedicación y esfuerzo han sido incansables, pues ensayaba día y noche para perfeccionar sus movimientos.
"El día que puso por primera vez los pies en el salón de ballet, lloró de emoción. No podía creer que estaba allí", recuerda su madre, Angelica Sánchez y su hermana Camila Méndez, quien ha sido una compañera de aventuras para Sofía en este recorrido.
Sin tener conocimientos previos de ballet, Sofía realizó una audición y, por la gracia de Dios, quedó seleccionada en el nivel pre-juvenil. Fueron meses de arduo trabajo, pues en ocasiones no tenían dinero para el transporte y debían ir caminando desde Arkala hasta la academia que queda al frente de la universidad de Ibagué. Pero nada detuvo a esta joven determinada.
Rápidamente, Sofía escaló al nivel juvenil y recibió una beca completa de la directora de la academia, Lorena Bossa. Esto le permitió participar en diversas obras de teatro, como "Caperucita Roja", "El Grinch" y "Pedro y el Lobo", donde demostró su talento y versatilidad.
Tras cerrar un ciclo en Iballet, Sofía audicionó en el Conservatorio del Tolima y obtuvo el segundo lugar. Desde entonces, ha estado bajo la tutela de maestros como Pablo Rivera, Jilson y Julián, quienes han guiado su crecimiento en el ámbito musical, gimnástico y, por supuesto, en el ballet.
Este año, Sofía ha tenido la oportunidad de presentarse en el Salón Alberto Castilla del Conservatorio, acompañada por la Orquesta Juvenil. Ha interpretado piezas de películas como "Up", "Vagabundo", "Los Increíbles" y "Coco", culminando con "El Cascanueces".
"Ha sido una experiencia única y maravillosa", expresa Sofía, quien a pesar de las dificultades económicas para adquirir sus trajes y zapatillas de punta, ha logrado seguir adelante gracias a la venta de fresas con crema.
Ahora, el sueño más grande de Sofía es obtener una beca que le permita viajar a Costa Rica para participar en la obra de "El Cascanueces" y, posteriormente, presentarse en la Ópera de París. Aunque parecen sueños ambiciosos, Sofía está convencida de que, con esfuerzo, perseverancia y dedicación, podrá alcanzarlos.
La historia de Sofía es un ejemplo de la fuerza y el talento que pueden florecer incluso en medio de las adversidades. Su determinación y pasión por el ballet son una inspiración para todos aquellos que sueñan con alcanzar sus metas a pesar de los obstáculos que se presenten en el camino.