Adulta mayor fue dejada encerradas entre cuatro paredes con ocho perros por su nieto
Unos ladridos desesperados de varios caninos, acompañados de unos gritos de auxilio de una mujer adulta mayor alertaron a la comunidad del barrio Panorama de Chinchiná, quienes al sospechar que algo pasaba llamaron a los bomberos y a la Policía para que se percataran de lo que estaba sucediendo al interior de la casa de doña Graciela Bermúdez, de 80 años.
Los socorristas y patrulleros que llegaron al sitio ingresaron a la vivienda y en una de las habitaciones tuvieron que volar la cerradura de una puerta metálica. Al abrir sintieron un fuerte olor a excrementos y orina y de inmediato escucharon los quejidos de la abuela Graciela, quien estaba encerrada con ocho perros, en ese cuarto oscuro, sin ventanas a la calle ni luz de ninguna clase.