En medio de la emoción y alegría por el fin de año y la llegada del año nuevo, muchos famosos aprovecharon las redes sociales para enviar palabras y mensajes a sus fieles seguidores. Algunos hicieron énfasis en el 2021 y los cambios que tuvieron, otros manifestaron cosas positivas para el 2022 y algunos se sinceraron sobre cómo la pasaron en los últimos días.
Este fue el caso de Andy Rivera, hijo de Jhonny Rivera, quien utilizó sus redes sociales, específicamente su cuenta oficial de Instagram, para contar un poco sobre su final de año y lo duro que la pasó por problemas alimenticios que desarrolló con el tiempo, afectando su salud.
De acuerdo con lo que quedó plasmado en una imagen que publicó el artista urbano en las historias de su perfil, estuvo ausente de estos espacios digitales debido a un proceso que llevaba en su vida. Según relató, se obsesionó con la idea de que todo fuera perfecto en su presente y su cuerpo, dejando de lado su estabilidad y su salud.
“Puedo decirles que me dejé llevar por la obsesión de controlarlo todo, por intentar más allá de lo que puedo, llegar a la perfección y llegó el punto en el que me estaba olvidando de mí, lo que me divierte, lo que llena mi alma, olvidándome de que primero fui humano antes que artista”, escribió el cantante en una libreta, a mano, mientras tenía una foto junto a su papá de fondo.
“Todo esto hizo algunos estragos en mi salud, todavía me cuesta tocar mucho el tema, pero prometo estar todos ustedes lo más pronto posible”, agregó al texto, además de un mensaje donde aseguraba que estaba recuperándose rápido de esta situación.
Andy Rivera usó su cuenta de la red social para expresar lo mucho que le asustaba estropear las cosas bonitas que le estaban pasando, por lo que empezó a buscar la perfección de su cuerpo y su trabajo. En medio de las noticias positivas, el artista tomó clases de inglés, guitarra, entrenó de forma obsesiva y llevó una dieta demasiado estricta.
Según reveló, con el paso del tiempo su energía se fue agotando y ya no tenía la misma fuerza para hacer ejercicio y llevar un gran show; además se sentía irritado y aburrido de lo que pasaba en su vida. En noviembre habló de esto que vivía y confesó que desarrolló un trastorno alimenticio, llegando a consumir grandes cantidades de comida cuando estaba solo.
“Mi mente solo quería pensar en dormir y comer, la mente se desconecta del cuerpo y, como un animal, y comes y comes y comes cantidades alarmantes; cantidades que un ser humano no podría comer”, aseguró.
Un malestar estomacal lo invadía y lo dominaba, sumándole un remordimiento mental que sentía por dañar la figura alcanzada por mucho tiempo. Luego de buscar ayuda profesional, se encuentra lidiando con esto en su realidad.