El despegue del nuevo cohete lunar de la NASA fue cancelado el sábado a último momento por segunda vez en una semana, sin fecha prevista de partida, postergando así el inicio del programa estadounidense Artemis para devolver a los humanos a la Luna.
Luego de una segunda tentativa frustrada el sábado a causa de una fuga de combustible, la Nasa no intentará lanzar su nuevo cohete -que no lleva tripulantes- en los próximos días y pospuso aún sin fecha su partida, explicó un responsable de la agencia estadounidense.
El período de lanzamiento que termina el martes "no está en consideración", sostuvo en conferencia de prensa Jim Free, administrador asociado de la Nasa.
Cincuenta años después de la última misión Apolo, esta es la primera etapa del programa Artemis, cuyo objetivo es establecer una presencia humana duradera en la Luna y luego permitir que se utilice como un trampolín hacia Marte.
El lanzamiento estaba inicialmente previsto para las 14H17 locales (18H17 GMT), con una ventana de dos horas, desde el centro espacial Kennedy, en Florida.
Empero los equipos de la NASA no pudieron resolver una fuga de combustible durante el llenado de los tanques.
Poco después de las 11H00 locales, la directora de lanzamiento, Charlie Blackwell-Thompson, tomó la decisión final de cancelar la operación.
"La cancelación es absolutamente la decisión correcta", dijo a periodistas el astronauta Victor Glover, presente en el lugar. Con la repetición de estas pruebas, que permiten conocer mejor este nuevo vehículo, "la confianza de la gente debería aumentar, no disminuir", argumentó.
Hidrógeno inflamable
El cohete SLS naranja y blanco está en desarrollo desde hace más de una década.
Poco antes de las 06H00 locales, Blackwell-Thompson había dado el visto bueno para comenzar a llenar los tanques del cohete con su combustible criogénico: hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos.
Sin embargo, hacia las 07H15 se detectó una fuga al pie del cohete, en la tubería por la que el hidrógeno líquido, altamente inflamable, fluye hacia el depósito. El problema no pudo ser resuelto.
El lunes, un primer intento de despegue también fue cancelado a último momento por problemas técnicos, entre ellos un escape similar al de este sábado, que fue solucionado.
Seis semanas en el espacio
Artemis 1 debe permitir verificar que la cápsula Orion, ubicada en la cima del cohete, tenga las condiciones de seguridad necesarias para transportar astronautas.
Con esta nueva nave, la NASA espera relanzar la exploración humana lejana. La Luna está mil veces más alejada que la Estación Espacial Internacional (ISS).
Se espera que en total el viaje dure unas seis semanas.
Orión se aventurará hasta 64.000 kilómetros detrás de la Luna, más lejos que lo realizado por cualquier otra nave espacial habitable hasta el momento.
El objetivo principal de la misión de Artemis 1 es probar el escudo térmico de la cápsula.
En su regreso a la atmósfera terrestre, deberá soportar una velocidad de 40.000 km/h y una temperatura equivalente a la mitad de la que se registra en la superficie del sol.
La nave debería recorrer unos 2,1 millones de kilómetros hasta caer en el Océano Pacífico.
Alunizaje en 2025
La NASA contaba originalmente con lanzar el SLS en 2017 y habrá invertido de aquí a 2025 más de 90.000 millones de dólares en su nuevo programa lunar, según lo establecido por una auditoría pública.
El nombre Artemis fue elegido para evocar a una figura femenina, hermana gemela del dios griego Apolo, y en contrapunto al programa espacial que con ese nombre llevó al hombre a la Luna.
Apolo transportó a la superficie lunar, entre 1969 y 1972, solo a hombres blancos y ahora la NASA pretende que una primera mujer y una primera persona de color lleguen al satélite de la Tierra.
La próxima misión, Artemis 2, en 2024, transportará astronautas pero no alunizará. Ese honor será reservado para la tripulación de Artemis 3, que será lanzado no antes de 2025. Después, la NASA espera realizar aproximadamente una misión al año.
El plan de la agencia estadounidense es construir una estación espacial en la órbita lunar, llamada Gateway, y una base en la superficie de la Luna.
La NASA aspira a probar allí las tecnologías necesarias para enviar a los primeros humanos a Marte.
Según el director de la agencia espacial, Bill Nelson, un viaje de ida y vuelta a Marte a bordo de Orion, que duraría varios años, podría ser intentado a fines de la década de 2030.