En el año 2010 el gobierno departamental de turno creó la Secrtetaría de Turismo, Industria y Comercio, hoy en día, Turismo es una Dirección adscrita a la Secretaría Desarrollo Económico, para ese entonces, una de las grandes piroridades estaba basada en cambiar la cultura del servicio en Ibagué y el Tolima.
Una de las mayores quejas de los turistas y los clientes locales es la falta de buena atención en general en los establecimientos de la ciudad y los municipios del Departamento.
Alerta Tolima tuvo la oportunidad de hablar con Oscar Hernández Duque, Consultor Empresarial, respecto a que tan buenos anfitriones somos y esto fue lo que nos dijo:
"Mucho se habló y escribió acerca de la vocación que debía definir al Tolima y su capital para explotar sus fortalezas y proyectar su crecimiento con base en las mismas, para de esta manera afinar su plan estratégico y visión de cara a la próxima década." comentó Hernández Duque.
El turismo mira hacia el Tolima
"Como sorprendidos por un tsunami, en los últimos cinco años observamos una vorágine de turistas que nos visitan en festivos y puentes, sin contar con muchas otras personas que se han radicado en Ibagué atraídos por el sueño de vivir más tranquilos que en sus metrópolis de origen. Este fenómeno no planeado, alentado por la construcción masiva de proyectos residenciales, ha puesto a la ciudad en un estado de emergencia permanente y tiene a prueba nuestra capacidad para ser buenos anfitriones con una población flotante ávida de diversos servicios." afirma de manera behemente este consultor.
La oportunidad
"Respecto a esta, muchos emprendedores identificando la oportunidad que representa este mercado han invertido en locaciones con diseños de vanguardia y cartas de corte internacional que han partido en dos la oferta tradicional gastronómica de la ciudad con precios a la altura de ciudades con historia turística y visitantes foráneos tales como: Cartagena, Medellín, Cali y otras."
¿Precios competitivos?
"Visto este escenario nos asaltan dos precupaciones tomadas de conversaciones con varios de estos visitantes: los precios que se cobran en los sitios y la calidad del servicio al cliente que estamos ofreciendo. Es hora de reflexionar en cómo no matar “la gallina de los huevos de oro”. Debemos tener en cuenta que, así como muchos llegan por la publicidad “boca a boca”, otros se pueden alejar por la misma vía y convertirse en clientes de primera y única vez."
Capítulo aparte merece la calidad del servicio al cliente, aspecto con frecuencia dejado al azar y en el cual debemos insistir en la profesionalización de los dependientes para producir experiencias memorables que inviten a regresar. Tema que tendrá su espacio en las próximas semanas con este experto.