La versión 25 y final del Código de las Familias que se lleva a referendo el domingo en Cuba contempla un abanico diverso de temas como el matrimonio igualitario, la gestación subrogada o la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar.
La posible aprobación del matrimonio igualitario salió a la luz pública en Cuba por primera vez en 2018, durante el proceso de reforma constitucional que culminó con la promulgación de la nueva Carta Magna en 2019.
La anterior Constitución, vigente desde 1976, consideraba el matrimonio como la unión "entre un hombre y una mujer", un asunto eliminado del borrador de la actual Constitución para evitar posteriores complicaciones.
De aprobarse, reivindicaría varias demandas históricas de la comunidad LGBTI de Cuba, donde hasta hace pocas décadas los homosexuales eran perseguidos e internados en campos militares de trabajo.
También ubicaría a Cuba junto con Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Uruguay, y la mayoría de los estados de México que ya han aprobado el matrimonio igualitario.
El Código otorga un mayor papel a los abuelos dentro de la familia, la posibilidad de establecer pactos prematrimoniales sobre el futuro del patrimonio en común y la opción de los padres de acordar el orden de los apellidos de sus hijos.
Sustituye el concepto de "patria potestad" por el de "responsabilidad parental" al defender que la maternidad y la paternidad no queden solo en la madre y el padre, sino en cualquiera que desarrolle las prácticas educativas de los niños.
Reconoce la "unión de hecho" como la libre unión afectiva de dos personas, sin importar su sexo, que pretenden vivir juntos y de forma estable, aunque no equipara totalmente esta categoría con el matrimonio.
El Código de las Familias incorpora el novedoso término para Cuba de "gestación solidaria" que especifica lo que ocurre cuando una mujer distinta de quien quiere asumir la maternidad, gesta en su útero sin cobrar a quien o quienes quieran asumir ese rol.
Prohíbe el matrimonio infantil al eliminar una excepción que permitía el casamiento de las niñas a partir de los 14 años y los niños, de los 16 años.
Según el último Anuario Demográfico de Cuba de la Oficina Nacional de Estadística e Información, en 2020 se casaron en la isla 656 niñas menores de edad.
El matrimonio infantil es considerado por Unicef una "violación de los derechos humanos" y no concuerda con la Convención sobre los Derechos del Niño que Cuba ratificó.