Un estudio que realizó el equipo interno de microbiólogos de Dyson revela que en el último año, los hábitos de limpieza están decayendo a nivel mundial.
El informe indica que después de la pandemia del Covid-19, las personas se están convirtiendo cada vez más en limpiadores reactivos. El 60% admite que solo limpia sus hogares cuando ven un lugar visiblemente sucio y aunque el 75% están preocupados por la presencia de virus en sus casas, menos del 60% son conscientes que los virus y bacterias hacen parte del polvo.
La investigación analizó los hábitos y comportamientos de limpieza de más de 30.000 personas en 39 países.
Los resultados arrojan que hay un desconocimiento de lo que hay en el polvo doméstico y, por tanto, de las consecuencias que esto puede traer a la salud.
El estudio también evidenció que en el último año se ha producido una reducción importante en el número de personas que mantienen horarios de limpieza regulares. El 44% de los encuestados afirma que la razón más importante para eliminar el polvo es mantener sanos a todos los habitantes de su hogar.
La mayoría de los encuestados limpian únicamente cuando pueden percibir espacios con suciedad y solo el 15% limpia por higiene y el 12% para remover partículas que propaguen las alergias.
“La pandemia de covid-19 resaltó la necesidad de limpiar regularmente para mantener los hogares sanos. Este aumento significativo en el número de personas que solo limpian cuando el polvo es visible, es motivo de preocupación, ya que muchas partículas de polvo – incluyendo bacterias, heces de ácaros de polvo doméstico y polen – son microscópicas y son imperceptibles a simple vista”, afirmó Monika Stuczen, investigadora científica en Microbiología en Dyson.
Por otro lado, se destaca que las personas no saben qué elementos pueden vivir en sus mascotas y en su pelaje se encuentran bacterias, escamas de piel, ácaros, virus y polvo, aun así, el 43% de los dueños de perros y gatos no restringen los lugares de la casa en donde pueden permanecer.
El 49% de los encuestados respondieron que les permiten subirse a las camas, el 48% dejan que se suban a los sofás y solo el 42% les preocupan los virus que pueden transmitir dentro de la casa.