La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, indicó que ya está presente el fenómeno de El Niño en Colombia y alertó al país a seguir preparándose para enfrentar sus posibles efectos en los territorios.
“De acuerdo con el Ideam y todas las instituciones internacionales de meteorología se ha cumplido el quinto trimestre seguido, en donde las anomalías del océano Pacífico en temperatura están por encima de los 0.5º. Esto significa que el fenómeno de El Niño ha llegado a su madurez y se puede declarar oficialmente su presencia en Colombia. Esto significa que el país tiene que continuar con su preparación. El Niño no es un juego: prepárate y actúa”, afirmó Muhamad.
El calentamiento del océano Pacífico tiene efectos en las dinámicas atmosféricas, representadas en aumento de temperaturas y disminución de las lluvias, sin embargo, hay una presencia de ciclones tropicales que han generado las lluvias de los últimos días en el Caribe y la región Andina.
Al respecto, Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, explicó que “estamos pronosticando que durante el mes de noviembre gran parte del territorio tengan temporada de lluvias por estas condiciones. Aunque las precipitaciones son intensas, el promedio se encuentra por debajo de los registros y estamos evidenciando aumento de temperaturas. La época seca iniciará en diciembre y podrá extenderse durante varios meses en 2024”.
Ante este panorama climático y con la llegada de este fenómeno, el Gobierno Nacional destinó un presupuesto de 2,2 billones de pesos para el Plan Nacional de Gestión, que permitirá enfocar esfuerzos en 176 municipios vulnerables a sufrir desabastecimiento de agua, afectaciones por sequía, incendios forestales, entre otros; 33 de estos municipios presentan alta susceptibilidad, 78 moderada y 65 baja.
Con el fin de reforzar estas acciones en territorio, el Gobierno Nacional lanzó la campaña ‘El Niño no es un juego’, que busca mantener a las comunidades informadas ante los posibles impactos del fenómeno, promover la adaptación a sus efectos, reducir riesgos para la salud, prevenir incendios forestales, proteger y racionalizar el uso del agua, conservar los recursos naturales, promover la resiliencia climática y garantizar entornos más seguros y sostenibles.
Finalmente, se recomienda a las autoridades territoriales fortalecer las redes de monitoreo hidrometeorológico y los Sistemas de Alerta Temprana en cuencas hidrográficas para prevenir posibles amenazas y establecer estrategia de reducción del riesgo para la población.