El oscuro negocio que hay detrás de las cámaras hackeadas de Ana Karina Soto
En los últimos días se conoció la noticia de que Ana Karina Soto y su esposo, el actor Alejandro Aguilar estaban amenazados por personas inescrupulosas, quienes afirmaban que harían publico un video íntimo de la pareja.
Respecto a como los delincuentes obtuvieron el material, se conoce que las cámaras de seguridad, al interior de la residencia de la pareja, habrían sido hackeadas, teniendo así acceso a varios videos personales, suyos y de su familia.
Dicho material audiovisual, ilegal, ya ha sido difundido en diferentes plataformas digitales.
La pareja denunció que han recibido correos electrónicos intimidantes, poniendo en el asunto expresiones como ‘Observándote. Estamos cerca de ti’. No obstante, hasta el momento no les han pedido dinero.
“Las primeras imágenes que mandaron en ese correo eran mías, en el vestier, claramente vistiéndome y desvistiéndome, desnuda. Entonces yo decía: ‘¿Qué es esto? No puedo creer que esto suceda’”, indicó Ana Karina Soto en entrevista en el programa matutino Buen Día Colombia.
Por su parte, Alejandro Aguilar indicó sobre esta situación que “Hemos normalizado unas conductas, hemos naturalizado unos comportamientos en un país donde se violenta la imagen de la mujer… Nos falta mucha conciencia”.
El negocio detrás de las cámaras hackeadas
Si bien la pareja manifestó que no les han pedido hasta el momento, y se encuentran preocupados ante la vulneración de su privacidad, parece ser que si habría un beneficio económico para las personas que llevaron a cabo el hackeo.
Todo indicaría que estas personas venderían los accesos a las cámaras de seguridad, no solo de la pareja, sino de otros famosos.
Para esto estarían suministrando links de acceso que permiten ver en vivo y en directo lo que ocurre al interior de la residencia.
Lo más preocupante, es que en este caso cualquier persona con los links podría acceder al sistema como si fuera el usuario principal de las cámaras, y sin ninguna restricción.