De acuerdo con la firma Raddar, en mayo de 2022, el gasto de los hogares aumentó 8,8%, como consecuencia de una mayor generación de empleo, del Día de la Madre, e incluso por las elecciones.
Sin embargo, y aunque el gasto crece más de lo esperado, la inflación se desacelera y los hogares perciben una menor capacidad de gasto.
Asimismo, la firma mencionó que “atípicamente, el gasto de los hogares en Colombia en mayo de 2022 fue de $73,8 billones; en los cinco primeros meses fue de $362,7 billones y en los últimos 12 meses fue de $869,2 billones. Esto se debió a un crecimiento corriente anual de 18,71%, que es superior a lo esperado”.
También, el documento reveló que “el crecimiento del gasto frente al mismo mes del año anterior esta apalancado principalmente por los hogares de ingresos altos, siendo estos los que mayor capacidad adquisitiva mantienen. Mientras que, los ingresos medios y bajos pueden estar aportando al gasto en mayor medida por medio del crédito y de la leve recuperación en el empleo”.
En ese sentido, el crecimiento del gasto de los hogares en mayo puede atribuírsele a un apalancamiento del mismo por medio de objetos de deuda, ya que se puede evidenciar que la colocación de créditos, en especial de consumo, creció de manera significativa.
“Esto lo que podría estar generando en meses posteriores, aunque se puede ver desde ya, es un aumento del servicio de deuda que podría disminuir el dinero disponible de los hogares”, señala la firma.
De igual manera, otro factor qué pudo tener influencia en el crecimiento del gasto es la participación de las remesas en el bolsillo de los hogares, ya que en mayo registró una de las más grandes participaciones en los últimos meses.
Adicionalmente, la menor tasa de desempleo puede estar bastante relacionada con el crecimiento del gasto de los hogares, debido a que la mayor vinculación al mercado laboral trae consigo un mayor ingreso disponible, lo que puede estar ayudando de manera significativa al comportamiento del gasto.
“Si bien la inflación es un tema que sigue preocupando en el país, en mayo se evidencia una leve desaceleración de la tendencia, que se le puede atribuir en gran medida a una caída también de la inflación de alimentos que es el grupo que hoy más aporta a este indicador. Sin embargo, al estar la inflación aún por encima del 9% esta puede seguir teniendo repercusiones negativas en el bolsillo de los hogares”, afirmó Raddar.
En línea con el panorama a nivel nacional, los resultados del informe indican sobre una leve contracción en el aumento de los precios. Sin embargo, los hogares más afectados siguen siendo los de ingresos bajos y medios debido a que mantienen una menor capacidad de gasto en medio del alto precio de algunos alimentos y productos de necesidad básica.
También, para mayo, la inflación en ciudades como Montería, Barranquilla y Cúcuta se ubica por encima de la inflación nacional, siendo las regiones en donde se registraron los mayores aumentos de los precios de alimentos durante el mes, y en Barranquilla y Montería, esto dándose en gran parte por actos terroristas que afectó el abastecimiento de alimentos en la región.
“Algo que se podría llegar a cuestionar es porque la desaceleración de la inflación nacional fue tan leve si la de alimentos fue mucho más significativa, y eso se debe a que, si bien alimentos es la que hace un mayor aporte, en mayo fue la única que se desaceleró frente a los meses anteriores, de resto las demás canastas registraron una aceleración en su inflación, lo cual de seguir así va a generar que el periodo en el que se normalice la inflación sea más largo”, agregó la firma.
Finalmente, el informe reveló que, “se puede evidenciar que la subida de la inflación de las canastas, ya puede estar generando efectos en el gasto, ya que mientras que cae la asignación del gasto en alimentos para el hogar, empieza a subir en otras canastas. Aun así desde el 2020, se evidencia que tres de cada diez pesos que gastan los hogares son designados a la canasta de alimentos”.