Sin bien lavarse el cabello frecuentemente por temas de higiene es lo óptimo, el lavado excesivo o uso de productos, pude no ser lo mejor para la salud del cuero cabelludo.
Uno de los temas más debatidos en el cuidado capilar es la frecuencia con la que hay que lavarse el cabello con shampoo. Si eres como la mayoría de los hombres que conozco, seguramente sueles hacerlo todos los días. Y si eres como la mayoría de los hombres que conozco, estás completamente seguro de que esto es lo mejor, pues tu cabello luce grasoso, o algo por el estilo.
Así que aclarémoslo de una vez: No es necesario aplicar shampoo todos los días. De hecho, lo mejor no es lavarse el cabello todos los días. La frecuencia entre cada lavado depende de tu pelo, pero lo recomendado va de dos a tres veces por semana.
La lógica de usar menos shampoo
Sí, el shampoo elimina la grasa, y es totalmente lógico pensar que aplicarse más significaría menos grasa, algo totalmente coherente. Sin embargo, no es del todo cierto, y si te obligas a espaciar esos lavados —digamos, cada dos días, para empezar—, con el tiempo entrenas a tu cuero cabelludo para que produzca menos grasa. En el caso de las personas que se bañan a diario, parte de la razón por la que el cabello se vuelve tan graso se debe al lavado excesivo.
En realidad, el cabello desea mantenerse nutrido, por lo que el cuero cabelludo sobreproduce sebo para extenderlo en el pelo y mantenerlo hidratado. Al exagerar con el lavado, el cuero cabelludo llega a la sobreproducción de sebo. Por lo tanto, tómate las cosas con calma y simplemente modera el uso del shampoo. Un cabello sano debe centrarse siempre en la hidratación y el acondicionamiento, no en la limpieza excesiva.
¿Deberías ducharte menos?
No me malinterpretes: debes bañarte a diario. Puedes (y debes) enjuagar tu cabello todos los días, lo que eliminará la mayor parte de la grasa, el sudor y los productos para el cabello (ya que la mayoría de los productos hoy en día son solubles en agua).
Además, puedes (y debes), utilizar acondicionador tanto como quieras, aunque llegar a un extremo y aplicarlo a diario puede ser una exageración. Si tu cabello es rizado o similar, también valdría la pena probar el “co-lavado” (“acondicionador-lavado”). En este caso, dejas que el acondicionador fortificante ayude a eliminar el exceso de suciedad y la acumulación de grasa. De este modo, podrás ganar tiempo entre lavados con shampoo, tal vez un par de días más.
Ya que estamos hablando del acondicionador: Cada vez que te laves el pelo con shampoo, deberías aplicar un poco de acondicionador. (Ni siquiera nos hagas hablar de los productos 2 en 1, que deberías desterrar de tu ducha de forma permanente).
Pero, ¿y si tu pelo está realmente graso?
Intenta cambiar a una rutina de un día sí y otro no. Para ayudarte, considera otro producto clave para reducir la grasa: El shampoo en seco.
Este producto es un buen compañero para el día. Se rocía en las raíces antes de aplicar cualquier otro producto para peinar (no obstante, no significa que debas olvidarte por completo de enjuagar y secar tu cabello). El shampoo en seco —que se presenta en forma de spray, polvo o crema para peinar— absorbe el exceso de grasa producto del cuero cabelludo y le da a tu cabello un poco de volumen, ya que no hay grasa que lo cubra. Esto evita que tengas que lavar el aceite natural así como los nutrientes del resto de la hebra capilar, y te permite ganar un día más antes de volver a lavarte con shampoo.
Sin embargo, se recomienda aplicar un shampoo “húmedo” completo el mismo día o la mañana siguiente al shampoo seco, así evitarás la acumulación de producto en el tallo del cabello. Asegúrate de enjuagarlo bien antes de irte a la cama, si es que prefieres aplicar el shampoo seco por las mañanas.
¿Qué tipo de shampoo deberías comprar?
Busca aquellos que incluyan ingredientes que no dañen el cuero cabelludo. La gente suele pensar que solo se está lavando el pelo, pero en realidad es tanto un régimen de cuidado de la piel (para el cuero cabelludo) como de cuidado del cabello.