Verla siempre vestida de color morado no es una coincidencia. Para ella el uso de este color está relacionado con la inclusión y la igualdad y por eso, lo lleva en su cabello, su ropa, los memes de su Whatsapp, en casi todos artículos de su casa y ligado a su proyecto de vida.
Así es Sindey Carolina Bernal Villamarín, una maestra bogotana de 35 años, nieta de boyacenses y madre de Juan Pablo, de 11 años, quien, gracias a su personalidad decidida y creativa, trabaja todos los días para cambiar la realidad de estudiantes en condición de discapacidad, a través de la tecnología y la informática.
Fue la mejor estudiante de bachillerato en el colegio distrital Menorah. Se graduó con matrícula de honor al terminar sus estudios en diseño tecnológico en la Universidad Pedagógica Nacional, por lo tanto, fue becada para cursar sus estudios de maestría en tecnologías de la información aplicadas a la educación en la misma universidad y un doctorado en educación inclusiva, además de múltiples cursos de software de diseño, entre otros. Estos estudios, según explica, le permitieron ver cuál sería su propósito personal y profesional.
“Desde mi pregrado, con mis compañeros de estudio y con el apoyo de varias instituciones, logré implementar un dispositivo que capturaba la voz y la traducía a la lengua de señas colombiana. Luego desarrollé un sistema inteligente que reconocía señales cerebrales y las traducía a lenguaje escrito y auditivo (bilingüismo)”, y a partir de ahí sus esfuerzos y logros con la comunidad en condición de discapacidad auditiva no han parado de crecer.
Como actual maestra del colegio Enrique Olaya Herrera, en Rafael Uribe Uribe y a lo largo de sus 12 años de trayectoria docente, ha desarrollado cerca de 100 proyectos entre los que figuran audiocuentos multi inclusivos que incluyen braille y lengua de señas Colombiana con realidad aumentada, órtesis para una estudiante con artrogriposis múltiple, teclados para computadores con braille, bastones con sensores, entre otros, que han contado con la participación de estudiantes, investigadores, maestros y familias.
Entidades como el Ministerio de Educación Nacional, la Secretaría de Educación del Distrito y el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico, también han apoyado su trayectoria. Este último a través de la estrategia semilleros escolares de investigación, con la cual obtuvo apoyo económico para fortalecer sus iniciativas.
Estos logros no solo le han permitido ser elegida la mejor docente de Iberoamérica, sino que en 2020 fue la única colombiana entre 50 finalistas nominados a ser el mejor maestro del mundo en 2020, por la organización Global Teacher Prize. Un puesto que han ocupado solo 6 maestros colombianos: Luis Miguel Bermúdez y Alexander Rubio Álvarez de Bogotá, Catherine Franco de Medellín, John Alexander Echeverry de Envigado, Carlos Sánchez de Contratación, Santander y Luis Emiro Ramírez de Florencia, Caquetá. Y Ahora ella.