Sí hay algo que indigna al mundo son los cazadores de animales silvestres. Y así ha sucedido con una mujer que en Sudáfrica acabó la vida de una indefensa jirafa y decidió divulgar las fotografías en su cuenta de Facebook.
Fue tal su sevicia que en las imágenes también aparece con el corazón de la jirafa que poco antes había matado.
Como si se tratara de un trofeo, la mujer muestra el animal muerto como un “gran regalo” por San Valentín.
“¿Alguna vez se han preguntado cuán grande es el corazón de una jirafa?”, dijo Merelize Van Der Merwe el 14 de febrero al divulgar las fotos del animal que había cazado.
Como sucede habitualmente en estos casos, la indignación mundial fue mayúscula. Cientos de personas descalificaron lo hecho por la mujer e iniciaron una campaña para que la red social elimine ese contenido.
This is Merelize Van Der Merwe (32).
She posted these pictures on her facebook account.There is another picture in which she laughs and holds the cut-out heart of the giraffe into the camera.
I didn`t want to post this here...
There are so disgusting people in this world... pic.twitter.com/5u8k9da9F5
— Marko Silberhand (@MarkoSilberhand) February 22, 2021
Van Der Merwe, luego del lamentable hecho, dijo que su pareja pagó US$2.100 para que ella pudiera cazar a la jirafa y así luego usar la piel del animal como alfombra.
Frente a las críticas que recibió, la mujer desestimó lo que le han comentado en redes al justificar que matar a un ejemplar de 17 años de edad como dicha jirafa, realmente ayuda a salvar a las especies en peligro de extinción en Sudáfrica. "Las únicas personas que protegen a esos animales son los cazadores de trofeos", indicó al diario británico Mirror.
Merelize, que de acuerdo a medios ingleses ha matado a cerca de 500 animales, entre los que están leones, leopardos y elefantes, indicó que divulgó la cuestionada imagen con el corazón de la jirafa para hacer una mofa de la "mafia" de los defensores por los derechos de los animales.
Por último, la mujer insistió en que la muerte de la jirafa creó trabajo para once personas ese día y permitió tener “mucha carne” para los lugareños.