Es normal que de vez en cuando el grupo de amigos de la oficina salga a divertirse a bailar o tomar algo para pasar el estrés del trabajo y hablar de temas distintos a los laborales, pero también no falta el compañero al que no le agradan ese tipo de reuniones y prefiere otro tipo de actividades o sencillamente irse a su casa, hasta el momento, nada raro..
Pero ocurrió en Francia que, a un hombre lo echaron de la empresa de consultoría para la que trabajaba por no participar de las integraciones ‘afterwork’, es decir, a las citas de corte informal que eran llevadas a cabo por sus compañeros al terminar el turno laboral. El hombre conocido como ‘Sr. T’, instauró una demanda contra ‘Cubik Partners’ por prescindir de sus servicios en 2015. Lo curiosos es que un año antes, este sujeto había sido ascendido luego de pertenecer tres años a la organización.
Dicha empresa basó su acción bajo el pretexto de que él era un “incompetente profesional” al no haberse alineado a uno de los valores de la empresa: ‘diversión’. Además, se reusaba a juntarse en reuniones que incluían “exceso de alcohol” y “promiscuidad”, según consta en el expediente judicial de la denuncia.
Aun así, este mes de noviembre del año en curso, un Tribunal de Casación dictaminó que el ‘Sr. T’ está en todo su derecho de no asistir a tales reuniones, pues pesa su derecho de “libertad de expresión”, y por actuar como él lo consideró, no podía ser despedido.
Debido a este comportamiento poco acerado por parte de la consultoría, esta deberá pagarle al demandante la módica suma de 3.000 euros un equivalente aproximado a 15 millones de pesos colombianos, según la pena interpuesta por el Tribunal francés, quien seguirá en investigaciones con el objetivo de encontrar otros daños y perjuicios a los que haya lugar según lo manifestó el ‘Sr. T’ en la demanda.