Un sórdido caso de feminicidio se presentó este fin de semana en Santa Fe Argentina y le está dando la vuelta al mundo, por ser el protagonista un policía en servicio que no soportó una ruptura amorosa y decidió vengarse quitándole la vida su expareja.
Según relatan medios internacionales, Claudia González de 29 años se encontraba viajando con su esposo de 63 años, Marino Milevich, cuando empezaron a ser perseguidos por una patrulla de Policía.
Esta empezó a hacerle cambio de luces para que se orillaran en la carretera, una situación que le pareció irregular a la pareja por lo que decidieron no atender la petición, sin embargo, la patrulla los rebasó y los obligó a detenerse.
Fue en ese instante que inició la tragedia, cuando el agente se bajó del vehículo, la pareja se dio cuenta que se trataba del ex novio de González, Iván Jesús Leguizamón; el hombre se veía visiblemente afectado y ante la situación que se generó, el esposo de Claudia decidió permitirles un momento para que pudieran conversar y se alejó unos pasos.
Según relato más tarde Leguizamón, el policía empezó a hacerle reclamos amorosos a Claudia, e insistía en que retomaran la relación que ella había decidido terminar meses atrás.
Sin embargo, como en reiteradas ocasiones, ella volvió a insistir en que todo había terminado y ya no deseaba volver con él, en ese momento a sangre fría y sin mediar palabra el hombre sacó su arma le apunto en la cabeza y disparó.
El esposo al ver la terrible escena se abalanzó contra el policía y este intentó dispararle también, pero afortunadamente el arma se trabó y no logró su cometido.
En medio del forcejeo trató de acabar con su vida asfixiándolo, pero Marino Milevich logró defenderse y salió ileso. Más tarde le relataría a las autoridades que durante varios meses el agente de policía los hostigó pero nunca pensaron que la situación fuera a llegar a un punto tan dramático.
Lo más aberrante de la situación es que en la patrulla se encontraban otros dos agentes identificados como Jonathan Rojo y Mario Agüero, quienes fueron testigos del asesinato y nunca intervinieron, Por lo cual la justicia también los procesará por complicidad.
Por su parte Iván Jesús Leguizamón fue detenido y puesto a disposición de las autoridades, quiénes han mencionado que en ningún momento ha mostrado ningún síntoma de arrepentimiento. Incluso después de detenido siguió lanzando improperios en contra del ahora viudo, invitándolo a visitarlo en la cárcel con el hijo que tenía con Claudia, un pequeño de 8 años que quedó huérfano tras la tragedia.