Hoy hace 35 años llegaba a las tiendas japonesas Súper Mario Bros, un juego que marcaría un antes y un después para la consola Famicom (Nintendo Entertainment system) pues el curioso fontanero ítalo-estadounidense con bigote se convertiría en una estrella mundial.
Super Mario Bros no fue la primera aparición de Mario en un juego, pues originalmente protagonizó el juego de árcade Donkey Kong de 1981 y Mario Bros de 1983, pero el lanzamiento del clásico éxito de NES es ampliamente considerado como el verdadero comienzo de su viaje épico.
Solo 32 kb ocupaba este cartucho y sus diseñadores Shigeru Miyamoto y Takasahi Tezuka, dieron un giro de 360 grados en la historia del ocio electrónico mundial, pues lograron pasar de una pantalla en fondo negro con juegos recreativos, a un increíble cielo azul, cambiaron los rígidos controles para brindar una placentera sensación de movimiento vibratorio y todo su imaginario visual estaba acompañado de setas, estrellas, plantas carnívoras, tortugas y demás detalles que siguen siendo protagonistas y han crecido con diferentes generaciones.
Mario junto con su hermano menor Luigi, tiene que derrotar a las criaturas que han venido de las alcantarillas debajo de Nueva York. El juego se centra en la exterminación de ellos, volteándolos sobre sus espaldas y pateándolos, encontrado una infinidad de mundos llenos de diferentes detalles que hacen del video juego un icono mundial que en la primera gran aventura del personaje de Nintendo logró vender 40 millones de unidades.
Definitivamente Súper Mario Bros ha hecho parte de la mayoría de nosotros, ya sea que hayas jugado uno o cien de sus juegos y las múltiples versiones de él, si estás aquí leyendo esta nota, probablemente es porque Mario, Luigi y todos sus personajes, marcaron un impacto considerable en tu vida.
Muchos de nosotros, celebramos el rescatar la princesa, acabar con las tortugas, derrotar el dragón, tener inmunidad con la estrella, crecer con el hongo, botar fuego gracias a la flor y ser ricos a punta de monedas, todo esto y más se ha quedado con nosotros desde entonces y Nintendo Life puede decir con absoluta certeza que nuestras vidas no serían las mismas sin el gran Mario.