Se expusieron las experiencias durante la conflagración que arrasó con miles de hectáreas que reportaron las autoridades
Se expusieron las experiencias durante la conflagración que arrasó con miles de hectáreas que reportaron las autoridades
Luego de haber perdido más 2.400 hectáreas de cobertura vegetal, a raíz del incendio forestal que se presentó en días pasados en el municipio de Alvarado, la comunidad que poco a poco se logra sobreponer a este desastre ambiental, recibió a un grupo de profesionales del área de Gestión Socio ambiental adscrita a la Sub Dirección de Desarrollo Ambiental de Cortolima.
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Allí los niños, niñas, padres de familia y profesores de la Institución Educativa La Tigrera de las veredas "Pedregosa" y "Vallecitos”, se enteraron a través de un taller de sensibilización; cómo prevenir, mitigar y enfrentar las consecuencias de los incendios forestales y como impactan al medio ambiente.
Con vídeos, dibujos, cuentos y la representación de nuestro personaje Institucional “Doña Ambiente” los menores y más grandes atendieron el mensaje de cuidar y respetar los recursos naturales.
Por otra parte, aprendieron que los incendios forestales causan pérdidas irreparables a la flora y fauna silvestre y que por tanto no se deben realizar prácticas que atenten contra los mismos, como las mal llamadas quemas controladas, actividad que ha provocado la gran mayoría de emergencias en el departamento durante la temporada de menos lluvias y altas temperaturas.
Se expusieron las experiencias durante la conflagración que arrasó con miles de hectáreas que reportaron las autoridades.
De igual manera, contaron como animales de fauna silvestre que quedaron atrapados por las llamas. Y al final del taller dijeron a viva voz "NO queremos que prendan nuestras montañas... A nosotros nos da mucha tristeza ver animales y árboles quemados".
Por otra parte Kevin Torres Aponte, un menor que con valentía ayudó a apagar el incendio de días pasados y que con dolor presenció la muerte de un ave que no logró salir de las llamas y a la cual él en su inocencia le dio sepultura. El día de esta actividad apareció en su escuela con un Aguilucho quien, según él, uno de sus vecinos le lastimó un ala.
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En su afán de ayudarla solo se le ocurrió llevarla a la escuela para que su profesor la pusiera a salvo, con tan buena suerte que Cortolima hizo presencia y pudo trasladarla a Ibagué para que profesionales del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre- CAV de la autoridad ambiental, valoren el estado de la especie.
