Preocupación se ha generado en el territorio colombiano, tras la nueva fase presentada por el presidente Iván Duque Márquez, donde se flexibilizan de manera notoria los lineamientos y restricciones en los departamentos. Es por eso, que se plantean retos de compromiso y autocuidado que son responsabilidad de cada persona, sean niños, niñas, adolescentes, jóvenes o adultos mayores. Todos se deben cuidar, pero también proteger a los demás.
"Esta fase exige un compromiso consciente y responsable de todos, tanto a nivel individual como colectivo para sostener las medidas de bioseguridad y de cuidado mutuo para evitar los rebrotes”.
Añadió Álvarez, que la nueva medida del Gobierno Nacional se da como resultado de la tendencia a la disminución de los contagios y desenlaces fatales y luego de llegar a la meseta del primer brote.
"La actual fase comprende el aislamiento selectivo de distanciamiento y responsabilidad individual. Es decir, ya no se realizará aislamiento por el riesgo, sino por la sospecha y confirmación del contagio", explicó.
Se reconoce que si bien las medidas tomadas para enfrentar la pandemia han sido estrictas en resguardo de la salud pública y la preservación de la vida, se han proyectado en términos de gradualidad y reconocimiento de los intereses, necesidades y condiciones poblacionales y territoriales, acorde con la dinámica epidemiológica y el desempeño social y cultural, dando autonomía local para acondicionar y adoptar las regulaciones específicas en cada ciudad.
Ahora las medidas de la nueva normalidad están basadas en los derechos y el desarrollo humano, reconociendo a todos: personas, familias y comunidades como sujetos de derechos.
"Lo que implica reconocerlos desde sus potencialidades: capaces, responsables y libres, frente a lo cual el Estado tiene a su vez la responsabilidad de generar las condiciones y oportunidades para el ejercicio de sus libertades", aseguró el experto.
Sin embargo, esto no significa que el Covid-19 ha dejado de ser una amenaza real. Se insiste que las personas mayores de 70 años y aquellas personas con patologías crónicas, especialmente de tipo cardiovascular o con comorbilidades asociadas a factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, diabetes y problemas respiratorios crónicos, siguen siendo considerados de mayor vulnerabilidad para el contagio.