El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, murió a sus 99 años en su residencia unos días después de haber salido del hospital tras más de un mes hospitalizado.
El palacio de Buckingham confirmó la muerte este 9 de abril en la madrugada a través de su cuenta oficial. "Con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo".
En su comunicado informan que el príncipe Felipe, quien murió a pocos días del cumpleaños de la reina, "falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor" y que "la Familia Real se une a personas de todo el mundo para lamentar su pérdida".
El duque de Edimburgo, quien cumpliría 100 años en junio, a mediados de febrero tuvo que ser trasladado al hospital público St Bartholomew, debido a una afección cardíaca que padecía y que muchos atribuyeron a un supuesto contagio de covid-19. Sin embargo, esto fue desmentido por la familia real.
Allí fue tratado y los médicos decidieron operarlo del corazón para tratar una "enfermedad cardíaca preexistente", lo que mantenía muy preocupada a la monarquía británica pues era de alto riesgo.
Pero el príncipe Felipe fue valiente, se recuperó de la cirugía y salió del hospital, a mediados de marzo. Su semblante fue captado por varios fotógrafos que esperaban por él a la salida del hospital, pues el duque está retirado de la vida pública desde 2017.
Ahora, los medios británicos apuntan a que el príncipe Felipe firmó un consentimiento para salir del hospital bajo su responsabilidad, pues al parecer sabría que le quedaba poco tiempo de vida y quiso compartir esos últimos días junto a su esposa y familia. Finalmente se cumplió, y murió en paz en su residencia.