Desde las 09:00 a.m. de ayer (15 de mayo) hasta la hora de publicación de este boletín, la actividad sísmica asociada a fracturamiento de roca en el interior del edificio volcánico presentó disminución en el número de sismos y energía sísmica liberada en comparación al día anterior (14 de mayo).
Este tipo de sismicidad se mantuvo localizada principalmente al suroccidente del edificio volcánico, a una distancia entre 3 y 5 km del cráter Arenas, con profundidades que oscilaron entre 3 y 4 km. La máxima magnitud registrada fue de 1,2, correspondiente al sismo registrado el 15 de mayo a las 10:54 p.m., localizado a 4 km al suroccidente del cráter Arenas y a una profundidad de 4 km, aproximadamente.
En cuanto a la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos, está incrementó en el número de eventos registrados y disminuyó en la energía sísmica liberada respecto al día anterior (14 de mayo).
Algunas de las señales sísmicas estuvieron asociadas a emisiones pulsátiles de ceniza confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
Con respecto a la actividad superficial, ayer, el área volcánica permaneció la mayor parte del día con nubosidad, lo cual no permitió observar la columna de gases y/o ceniza por largos periodos de tiempo. Sin embargo, en los pocos minutos que se pudo observar, la columna alcanzó alturas menores a 500 m medidos desde la cima del volcán, aunque es posible que haya tenido alturas mayores.
De acuerdo a los pronósticos, la dirección de dispersión preferencial de la columna, estuvo hacia los sectores norte y noroccidental del volcán. Adicionalmente, continúan las variaciones en la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua desde el cráter a la atmósfera.
Todos estos indicadores ratifican lo que desde el SGC hemos reiterado: la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable. Es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros. Sin embargo, esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad, por lo que se recomienda no acostumbrarse a estos cambios oscilatorios de actividad y pensar que es una actividad normal del volcán.