En un emotivo gesto de compromiso y responsabilidad social, Samuel, un niño de Coyaima, se ha convertido en un verdadero referente para su comunidad al solicitar maquinaria amarilla a la Gobernadora del Tolima, Adriana Matiz. Su petición, realizada con todo el sentimiento, ha dado frutos en un tiempo récord, ya que no han pasado ni ocho días desde su visita a la gobernación y ya hay una solución en camino.
La historia de Samuel es un claro ejemplo de cómo la voz de los jóvenes puede generar un impacto positivo en sus comunidades. El pequeño, preocupado por las condiciones de las vías de su localidad, decidió elevar su solicitud a la gobernadora, destacando la importancia de mejorar la infraestructura para facilitar el acceso y la movilidad de los habitantes de Coyaima. Su determinación y su deseo de contribuir al bienestar de su comunidad resonaron en el despacho de la gobernadora, quien no dudó en atender su llamado.
Este jueves, gracias a la gestión de la Gobernadora Matiz, llegó a Coyaima un kit de maquinaria amarilla destinado a mejorar la vía del cruce que conecta Guayaquil con la pavimentada de Chenche Asoleado. Además, se destinarán recursos para los cuatro puertos del sector del Oriente, lo que sin duda transformará la calidad de vida de los habitantes de la región. La llegada de esta maquinaria representa un gran avance en la infraestructura local, que es fundamental para el desarrollo social y económico de Coyaima y sus alrededores.
La respuesta rápida y efectiva de la administración de la gobernadora no solo resalta su compromiso con las comunidades del Tolima, sino que también pone de manifiesto la importancia de escuchar y actuar ante las necesidades manifestadas por los ciudadanos, sin importar su edad. La actitud de Samuel y su capacidad para articular una solicitud que busca el bien común son un ejemplo inspirador para otros jóvenes, mostrando que cada voz cuenta y que la participación ciudadana es clave en el proceso de construcción de un mejor entorno.L
a llegada de la maquinaria amarilla es una muestra de que, cuando se trabaja en conjunto, se pueden lograr grandes cambios. La gobernadora Adriana Matiz ha reafirmado su compromiso de seguir apoyando a las comunidades y de atender las necesidades prioritarias de los tolimeños. Acciones como esta no solo mejoran la infraestructura, sino que también fomentan la participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones y en el desarrollo de sus comunidades.
La historia de Samuel y su solicitud a la gobernadora es un recordatorio del poder que tienen los ciudadanos, especialmente los más jóvenes, para hacer escuchar sus voces y generar cambios significativos. La llegada de maquinaria amarilla a Coyaima es solo el comienzo de un camino hacia una infraestructura más adecuada y accesible. Con el apoyo de la gobernadora y el compromiso de su comunidad, Samuel ha demostrado que no hay límites cuando se trata de trabajar por un futuro mejor. ¡Juntos, construyendo un Tolima más fuerte y unido!