Muchas han sido las innumerables discusiones acerca del cambio climático, la inminencia del calentamiento global es tal que, en muchos casos y en muchas circunstancias los pisos térmicos han venido trasformando su clima y su vocación productiva en el sector agrícola, golpeando de manera radical ese importante sector de nuestra economía. Nuestro país es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, ahora mismo estamos viviendo una de las temporadas de lluvia más intensas de los últimos cincuenta (50) años, temporada que nos pronostican los expertos, superará los meses de abril y mayo.
Con esta temporada de lluvias, se sigue desnudando la realidad de nuestra red vial secundaria y terciaria, llegó la hora que los más poderosos, que son el sistema financiero colombiano, los banqueros estén gravados en sus ganancias y movimientos y ese recaudo sea dedicado única y exclusivamente, para invertir en las vías de la ruralidad colombiana, donde esta nuestra mayor riqueza, pero también nuestras mayores debilidades.
Muy seguramente después de estas intensas lluvias, vendrá una época de verano que sin duda de la misma manera o peor, afectará nuestro sector agrícola. Las enfermedades respiratorias agudas y una serie de circunstancias que se desencadenan por este cambio climático, sin duda harán mucho daño a la humanidad y a la economía. No han sido suficientes los tratados internacionales firmados, las leyes expedidas, la gestión del riesgo y todas las medidas que se han tomado para mitigar y frenar el calentamiento global y sus consecuencias.
Migrar hacia las energías alternativas, la evolución tecnológica con energías limpias y una mayor apuesta hacia la generación de conciencia, en una cultura que cuide el ambiente, desde los primeros años de la educación básica primaria, hasta la educación superior, se hace urgente y absolutamente necesario. Debemos desideologizar el tema del ambiente, para ponerlo como un tema fundamental apropiado por todos, flaco favor se le hace a la lucha contra el calentamiento global, dejándolo con el remoquete de un partido o una tendencia ideológica, cuando es un tema que nos concierne a todos y en el que todos debemos participar y aportar.