Ricardo Cadavid Col
Ricardo Cadavid nos deja su opinión respecto a lo 'no consecutivo' muy de moda por estos días.
El alcalde de Medellín sorprendió al país entero con la declaración de, que en su ciudad, se había alcanzado el récord histórico de “365 días no consecutivos sin asesinatos desde el 2020”. ¡Qué estadísticas tan chimbas! Eso quiere decir que, de los 1.010 días transcurridos desde la posesión de los alcaldes, hubo homicidios en 645 días, y durante 365 días “no consecutivos”, no hubo homicidios. ¿Cuántas horas de profunda reflexión habrán invertido en la construcción de semejante indicador? Sería más claro afirmar que aproximadamente cada tres días consecutivos de asesinatos, los homicidas se toman un día de descanso, se fatigan, se estresan, también tienen su corazoncito, se van de puente, descansan, hacen deporte en la ciclovía, o van a misa. No faltará quien proponga una política de inclusión para asesinos, porque andan con estrés postraumático, rebajan su desempeño de manera preocupante, o sufren algún síndrome por rechazo social. Los que no estemos de acuerdo con tal política inclusiva seremos criminalofóbicos insensibles.
A lo largo y ancho de nuestra geografía, los gobernantes cuentan con equipos de furibundos asesores dedicados a construir curiosos indicadores e interpretarlos a su antojo, para convencernos de que todo marcha bien, pero muy bien. Si en un municipio como Ibagué, hacia la parte llana, por Picaleña, el verano causa innumerables incendios, pero en el Cañón del Combeima el invierno provoca estragos e inundaciones, no faltará quien le diga al alcalde que todo está perfecto, porque, como el agua es fría y el fuego es caliente, en promedio estamos bien de temperatura; la mitad ampollados y la otra mitad ahogados y congelados, pero en promedio vamos bien.
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Un ejemplo sobre estas ficciones estadísticas es el indicador “percepción de seguridad”, que no sabemos a ciencia cierta qué mide. La seguridad se mide en cifras como el número de homicidios, robos, secuestros, asesinatos cometidos de manera consecutiva o no, durante un periodo de tiempo determinado. Con esa información, un alcalde puede decidir si aumenta el pie de fuerza de la policía, instala cámaras de seguridad, organiza frentes de vigilancia comunitaria, otorga subsidios económicos para chicos de bandas criminales; pero con el indicador “percepción de seguridad”, mejor contrata un equipo de psicólogos comunitarios para restaurar la confianza, hace terapias de grupo, llena el barrio con salones de yoga y meditación trascendental; promueve que los presidentes de juntas se saluden “¡namasté!” o le renueva el contrato a sus asesores de marketing para hacer una campaña en redes sociales que le lave la cara al barrio.
Ahora bien, que estemos llenos de estos brillantes asesores, vaya y venga, pero que medios de comunicación como El Tiempo, Semana, El Colombiano, importantes cadenas radiales y de televisión, que tienen una responsabilidad social en la formación de la opinión pública, salgan a proclamar el portentoso récord de los “365 días no consecutivos sin homicidios”, eso es un despropósito. Uno no sabe si es porque tienen contratos con los gobernantes, o son algo ligeros al difundir los boletines oficiales, o si nuestro nivel de ingenuidad va en aumento. Prefiero creer que hay alcaldes muy líricos, que pretenden gobernar en verso, y no en prosa, como si todavía estuvieran en campaña. Tal vez el novedoso indicador no sea otra cosa que una versión urbana y reguetonera de la balada de Joaquín Sabina “19 días y 500 noches”: Tardamos 500 noches en olvidar a la dama de nuestros afectos, mientras se cumplen 19 días, no consecutivos, sin pensarla. Sigamos asi, que todo va bien… todo va muy bien.
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Fuente
Alerta Tolima
