Ricardo Ferro
Toda la vida hemos escuchado que Ibagué es la ‘Ciudad Musical de Colombia’, nos lo han dicho en nuestras casas, colegios, calles, y en todos los espacios de la cotidianidad de la capital del Tolima.
Y aunque gracias a la calidad artística innegable de nuestra gente, la tradición oral, el imaginario colectivo y el esfuerzo de muchos paisanos se ha logrado mantener el rótulo de Ciudad Musical que le dio hace más de un siglo el conde Gabriac, hay una realidad innegable y es que en los últimos tiempos nuestra Ibagué ha venido perdiendo terreno frente a otras ciudades en esta materia.
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Con alegría y emoción el viernes pasado en un diálogo Empresarial Regional liderado por el ministro de Comercio, industria y turismo José Manuel Restrepo, presenté el proyecto de acto legislativo que le da carácter de Distrito especial, cultural y musical a Ibagué.
Este proyecto pretende que nuestra Ibagué se convierta en la primera ciudad musical del mundo con un sustento legal que lo ratifique, con lo cual podremos decir con seguridad y orgullo que somos la Capital Musical de Colombia.
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Pero, ¿y por qué en un evento liderado por el Ministro de comercio, industria y turismo? Porque precisamente se necesita que ese carácter de Distrito Especial no sea meramente nominativo como lo expresó el ministro Restrepo, sino que lleve a la ciudad a potencializar el turismo, el comercio, la industria, y por supuesto la ‘economía naranja’ que ha venido promoviendo el presidente Duque.
Este proyecto será un dinamizador económico que a través de la ‘economía naranja’ permitirá generar empleo, incentivar la cultura, la música, el turismo, el talento y el emprendimiento no solo de los ibaguereños sino de todos los tolimenses.
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Es urgente sacar a Ibagué de esos deshonrosos primeros lugares de desempleo en el país que viene ocupando en los últimos años, y está probado que muchas ciudades han logrado encontrar en la música y en la cultura un camino para cumplir muchos de sus objetivos tanto sociales como económicos, además de los específicamente culturales.
Y por supuesto que nos identificamos con ese ¡soñar en grande!, al que invitó el Ministro, y nos satisface su interés en apadrinar este proyecto, porque necesitamos una Ibagué atractiva para los negocios y el turismo, que fomente la regeneración urbana y que incentive la identidad tolimense.
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Llegó el momento de empezar a hacer realidad la idea de una ciudad protagonista, vanguardista e innovadora. Donde nuestros jóvenes no tengan que irse por falta de oportunidades, donde nuestros empresarios no tengan que cerrar sus negocios por falta de mercado, donde nos sintamos orgullosos y privilegiados de vivir en ella. Y como dice el himno de Ibagué del maestro Villegas “ayer fuiste un pueblo hoy la capital, de Colombia eres ciudad musical”.
