Si a usted le preguntaran si prefiere el 1% de una torta pequeña o el 1% de una torta grande ¿Qué diría? Por supuesto, es mejor una tajada pequeña de una torta grande a una tajada pequeña de una torta pequeña. Hagámoslo más claro, si a usted lo hicieran escoger entre ser un pobre en un país como Venezuela o un país como Colombia y Chile ¿Cuál elegiría?
Colombia nuevamente se encuentra punteando entre los países más desiguales de la región. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con base en el coeficiente de Gini que mide la desigualdad en el ingreso entre 0 (donde 0 es la completa igualdad) y 1 (la completa desigualdad), Colombia se ubica en el primer puesto de la región excediendo el 0,5.
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No obstante, Venezuela es el país más igualitario en ingreso de la región con cifras por debajo de los 0,4, claro que con 80% de pobreza y 50% de pobreza extrema. Es decir, los venezolanos se han ido igualando en el piso, en la miseria.
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Ver la desigualdad únicamente desde el punto de vista del ingreso puede dar lugar a políticas públicas desastrosas, como, por ejemplo, acabar con la riqueza e igualar a todos en la pobreza. Deberíamos ser claros en decir y entender que lo importante es la reducción de la pobreza, no de la desigualdad, la desigualdad nace de una disminución de la pobreza, por tanto, de personas que han logrado escapar de esta situación. Hasta hace 200 años el 90% de la población mundial vivía en pobreza extrema, al presente y añadiendo un aumento gigantesco de la población, menos del 10% de la población mundial vive en esta condición.
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Hay mucho por hacer, es cierto, pero nuestros objetivos deberían dirigirse en ayudar a que los pobres se enriquezcan, no a que los ricos se empobrezcan.
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Existen países altamente desiguales y pobres (Ghana) y altamente desiguales y ricos (EE.UU.), así como países muy igualitarios y ricos (Noruega) y muy igualitarios y pobres (Etiopía/Venezuela). Así notamos que la cuestión de desigualdad o igualdad no necesariamente va ligada con el bienestar y la mejora de las condiciones de vida. Hay países pobres igualitarios y ricos e igualitarios, desiguales y ricos, y desiguales y pobres. Por estas razones, disminuir la desigualdad y no la pobreza no puede ser el más importante objetivo de nuestra sociedad.
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Nuestro objetivo debería ser crear las condiciones para que exista un crecimiento acelerado del capital y riqueza mucho mayor al aumento de nuestra población para que realmente todos estemos mejor, en últimas poco o nada importa que alguien tenga más que nosotros si lo ha ganado justamente, lo importante es la mejora de nuestras condiciones de vida.