En el 2022, la inflación y el aumento del precio del dólar tuvieron graves repercusiones en el campo colombiano, especialmente porque los insumos agrícolas como abonos y pesticidas son importados.
Esta situación generó un paulatino aumento de los precios de varios productos de la canasta familiar, desde los huevos y la carne, hasta más recientemente, la papa.
La problemática de la devaluación del peso y la inflación se le atribuía en ese entonces al gobierno de Iván Duque, convirtiéndose en uno de los argumentos para propuestas durante la campaña presidencial. En las elecciones, si bien muchos candidatos abordaron el tema, el actual presidente, Gustavo Petro, puso como una de sus banderas el trabajar por el campo, por el agricultor, resaltando la importancia de éste en la cadena productiva para la canasta familiar.
Recientemente el DANE reveló a los colombianos que la inflación en el 2022 cerró en un 13,12%, un porcentaje que jamás se había visto en el país. Ahora bien, es cierto que no podemos decir que esto no es culpa del presidente Gustavo Petro, pues dicha situación es el resultado de varias situaciones que están ocurriendo a nivel mundial, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, y también el alza en el precio del dólar. Sin embargo, empieza a preocupar que no se ve una solución en el corto plazo, efectiva, que ayude a estabilizar un poco los precios de los productos de la canasta familiar.
Debido a los altos costos en los insumos agrícolas, productos como el arroz y la papa han tenido una gran alza en el precio final para los consumidores, algo preocupante pues estos alimentos son de los más consumidos por los colombianos. El hecho preocupa, pues existe cierto temor a que el incremento salarial que, si bien fue alto en comparación a otras ocasiones, igual no sea suficiente para que los ciudadanos tengan una alimentación digna.
En el mediano plazo puede que existan algunas luces. El índice de fertilizantes de América del Norte de Green Markets cayó un 4%, pasando de los US$1.270 a US$673. Esto puede hacer más accesibles los precios de estos productos al momento de ser importados. También es importante aclarar que no se está asegurando que el gobierno se encuentre de brazos cruzados, pues también se conoce que se encuentra una negociación pendiente con Venezuela para volver a funcionar la empresa Monómeros, y así tener otra opción para adquirir, a menor costo, los fertilizantes que se usan en el proceso agrícola.
No obstante, es importante recordar que se necesita un plan de choque en el corto plazo. Los precios de la canasta familiar están por las nubes, y el campesino aun no tiene la ayuda palpable del gobierno para poder sortear esta problemática, algo que se le prometió en campaña, y que hasta el momento va a pasos demasiado lentos.